Todos tenemos el pecho morado de darnos golpes en defensa del pequeño y mediano comercio porque resulta políticamente correcto hacerlo. Pues bien, ahora, estos días tenemos una oportunidad de oro para pasar del dicho al hecho; me refiero a las Rebajas que el pequeño comercio comenzó ayer, día 2, cinco días antes del tradicional pistoletazo de salida rebajero fijado en el 7 de enero.
La gente se echó ayer a la calle. Da fe de ello el hecho de que la cola de coches para ir al Pryca -siempre se llamará así- llegaba hasta el campus universitario de Las Lagunillas, y la cola para acceder a Jaén por la zona norte era continua hasta el mismo Polígono de Los Olivares (y muchos de ellos lo que ansiaban era una plaza de parking en El Corte Inglés).
Hoy compiten en Jaén las Rebajas del pequeño comercio con los Descuentos del gran comercio. Cierto es que los establecimientos en rebajas están a rebosar, pero no es menos cierto que son muchos los ciudadanos que se sienten defraudados porque las tiendas en las que esperaban comprar no rebajarán hasta el día 7, y esos les desespera, les ha cortado la ilusión por gastar en un día tan señalado. De ahí que se compre sólo el chollo que pudiera aparecer ante sus ojos, reservando los ahorros para adquirir el producto deseado, y localizado desde hace semanas, pero cuando el precio baje lo suyo.
Unas Rebajas light que defraudan más que otra cosa, y es que al final, y más en época de crisis como la actual, todos nos reivindicamos defensores de nosotros mismos, de nuestro bolsillo... del consumidor, en definitiva, sin mirar si quien nos vende es grande o pequeño. Nuestro interés es en lo pequeño... de los precios.
La gente se echó ayer a la calle. Da fe de ello el hecho de que la cola de coches para ir al Pryca -siempre se llamará así- llegaba hasta el campus universitario de Las Lagunillas, y la cola para acceder a Jaén por la zona norte era continua hasta el mismo Polígono de Los Olivares (y muchos de ellos lo que ansiaban era una plaza de parking en El Corte Inglés).
Hoy compiten en Jaén las Rebajas del pequeño comercio con los Descuentos del gran comercio. Cierto es que los establecimientos en rebajas están a rebosar, pero no es menos cierto que son muchos los ciudadanos que se sienten defraudados porque las tiendas en las que esperaban comprar no rebajarán hasta el día 7, y esos les desespera, les ha cortado la ilusión por gastar en un día tan señalado. De ahí que se compre sólo el chollo que pudiera aparecer ante sus ojos, reservando los ahorros para adquirir el producto deseado, y localizado desde hace semanas, pero cuando el precio baje lo suyo.
Unas Rebajas light que defraudan más que otra cosa, y es que al final, y más en época de crisis como la actual, todos nos reivindicamos defensores de nosotros mismos, de nuestro bolsillo... del consumidor, en definitiva, sin mirar si quien nos vende es grande o pequeño. Nuestro interés es en lo pequeño... de los precios.
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