Excelentísimo Señor (siga entendiéndose como fórmula de cortesía) Julio Millán, Alcalde de Jaén:
Quisiera empezar pidiéndole disculpas por la demora de esta carta. Hace tres semanas que no me pongo en contacto con usted, cuando mi intención es hacerlo cada lunes, y por ello entiendo que pueda estar intranquilo o preocupado por la ausencia que tiene de noticias mías. No crea que se ha tratado de un olvido. No. Es simplemente que he estado dudando profundamente sobre si era adecuado darle a esta misiva el todo que tiene, y finalmente he decidido hacerlo.
Me voy a permitir la licencia de reproducir aquí el evangelio del pasado 23 de febrero, domingo. Se trata de Mateo 5, 38-48. Dice lo siguiente:
Dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo". Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
¡Qué bonito que suena!, pero a la vez ¡qué imposible que parece! Yo intento aplicármelo en el affaire que mantenemos usted y yo, ustedes y nosotros, desde hace unos meses, y la verdad es que lo veo utópico. El pasado viernes, 6 de marzo, se cumplieron siete meses desde que Ondajaén RTV fuera cerrada por una decisión política. Decisión que tomó usted.
Eso ha hecho que usted y los trabajadores de Ondajaén estemos en guerra. Desconozco el objetivo de su beligerante actuación (por sus hechos, es más que evidente, pero hoy no voy a especular), aunque lo que sí puedo asegurarle es que nosotros nos hemos visto inmersos en el conflicto porque usted nos ha situado dentro. Ante los ataques tan brutales que nos ha realizado (dejarnos sin lugar de trabajo y sin empleo no es cosa menor), no hemos tenido más remedio que defendernos, y ahí seguimos intentado esquivar los golpes tan directos que continúa lanzándonos. Pero nuestra defensa no puede limitarse únicamente a encajar, sino que ha llegado un momento en el que nos vemos obligados (por propia supervivencia) a mermar las tropas contrarias. Esta reacción lógicamente va contra usted y sus generales porque alguien que actúa de manera tan irresponsable (desde el punto de vista de la gestión pública) y tan sectaria (desde el punto de vista político) no puede continuar en su cargo, y lo único que se merece es, cuanto menos, ser apartado de la función pública.
Usted inició la guerra, usted insiste en mantenerla, usted la alienta y fomenta... En unos días tendremos la primera batalla judicial. Es la inicial de otras que llegarán, y éstas además de más, mucho más, recio calibre.
En el horizonte se vislumbra un duro y difícil invierno que habrá que pasar. Todos. Usted y nosotros. Y si algo claro hay en una guerra, es que las dos partes pierden SIEMPRE. Un bando, eso también es cierto, más que el otro, pero en definitiva todos tendrán que contar sus bajas y lamerse las heridas.
Por todo esto, y en aras de ese evangelio que leíamos antes, haciendo un gran esfuerzo por apartar los malos deseos que tenemos hacia usted..., voy a intentar poner una vez más la otra mejilla, y le pido que rectifique. Dé marcha atrás en esta locura a la que se ha lanzado, dele de lado al papel de político radical que ha asumido para vestirse de buen gestor que no busca más que el interés general.
Desconozco cuánto mal le habremos hecho los trabajadores de Ondajaén para que busque a toda costa nuestra liquidación. Perdónenos, que nosotros también intentaremos perdonarle pese a las barbaridades que nos ha hecho y nos sigue haciendo.
Hagamos todos "algo extraordinario", como dice el evangelio, y retrotraigamos la situación al 5 de agosto de 2019 porque en esta historia, al igual que en cualquier guerra, no sólo caen las tropas sino que existen daños colaterales de imprevisibles consecuencias, y en el caso que nos ocupa hay ya víctimas claras: son y serán nuestros mayores y enfermos jienense que no podrán ver los pasos procesionales de la Semana Santa; los padres y abuelos que no pueden seguir las evoluciones de sus nietos en sus equipos deportivos; los aficionados del Real Jaén o del Jaén FS que no tienen la amplia cobertura sobre sus equipos que había en Ondajaén; los colectivos sociales, vecinales, empresariales, culturales, etc que han perdido la única ventana televisiva existente en la ciudad para dar a conocer sus historias.
Ojalá esta carta alcance el objetivo que persigue. No sé si es usted creyente, pero me han dicho que cada Semana Santa se mete bajo una estación de penitencia de nuestra ciudad. No creo que sea pos mero postureo sino por algo más profundo. Por ello, no pierdo la esperanza.
Aunque también es cierto que usted forma parte de un partido que se llama Socialista y Obrero, y sin embargo está haciendo lo que está haciendo con 46 padres y/o madres de familia.
No perdamos la esperanza. Pongamos la otra mejilla. De usted sigue dependiendo.
No perdamos la esperanza. Pongamos la otra mejilla. De usted sigue dependiendo.
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