Sigo sin comprender muy bien los criterios de los grandes entendidos de cine a la hora de conceder premios. Igual es porque yo no entiendo de cine.
Parásitos ha sido la gran triunfadora de los Oscar 2020 al llevarse los galardones a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Película Extranjera y Mejor Guión Original. Sinceramente me parece excesivo.
¿De verdad que esta es la mejor película del año? Me ha gustado menos que 1917, y las dos creo que están por debajo de Jocker. Y eso que Jocker no me gustó (¡¡ojo!! como se había vendido. Al margen del argumento comercial y publicitario, es una grandísima película).
Pero Parásitos es una película normalita, de las que en España hemos visto millones. Se trata de una historia de pícaros, y de eso, en nuestro país, sabemos un rato.
Una familia pobre de Corea se las va ingeniando para ir viviendo cada vez más y mejor a costa de una familia acomodada y adinerada. La candidez de los ricos es lo que aprovechan los pobres para conseguir su minuto de gloria.
En el fondo encontramos una dura crítica a la división de clases tan acentuada que se vive en Corea del Sur, donde los ricos son muy ricos y pierden su tiempo arreglando problemas banales, mientras que los pobres se las ven y se las desean para conseguir algo que llevarse a la boca cada día.
Otro problema que plantea la cinta es la situación en la que el pobre, a causa de lo mucho que va consiguiendo, se cree rico, y quiere ejercer como tal. Ahí la situación se le va de las manos, y se topa de bruces con la cruda y dura realidad.
No seré yo quien niegue que el final de la trama es original, pero poco más. Bueno, también me gustó mucho ese momento en el que alguien se sitúa en el plano de tener que elegir entre el dinero (comida, bebida, techo, ropa...) y el orgullo de ser uno mismo. ¿Qué nos hará perder la razón, dejarnos llevar por el sinsentido, y en un segundo de locura perder lo poco -o mucho- que habíamos conseguido con tanto esfuerzo?
Pero, ya digo, en el fondo Parásitos es una película de pícaros que van consiguiendo sus objetivos a base de imaginación, inteligencia, malas artes... y todo ello ayudado por la candidez de los timados.
Por eso digo que me sorprende que se haya llevado la película a los altares del cine cuando en la historia cinematográfica mundial, y especialmente española, tenemos multitud de ejemplos. Quizá haya sido porque en Hollywood y en cada vez más sitios se apuesta por lo políticamente correcto, y era oportuno decantarse por una película procedente de un país exótico.
Lo primero que se me vino a la mente, al ver Parásitos, fue El lazarillo de Tormes.
En cualquier caso, esto no quiere decir que no os aconseje ir al cine a verla, todo lo contrario. Acudid, acudid porque pasaréis un buen rato. Pero de ahí a los muchos premios, va un trecho.
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