En más de una ocasión he manifestado mi falta de pasión al -a mi entender- excesivo culto que se brinda en nuestro país a la imaginería religiosa; y no me estoy refiriendo únicamente a la Semana Santa, sino también a romerías, festividades de Gloria, etcétera. Como digo, no me gusta nada, pero como soy un tipo que cree en el talante, lo respeto. Y ese valor del respeto es el que emana principalmente Del Jaén perdido (Francisco Jiménez Delgado. Ediciones Blanca. 2007). Obra de mi amigo y, en ocasiones, compañero de fatigas periodísticas, Paco Jiménez, se trata de un magnífico documento histórico en el que se recogen las muchas muestras de devoción religiosa popular que, por diferentes motivos, desaparecieron en la provincia de Jaén. Unas veces la destrucción de imágenes, templos completos, retablos, etcétera se debió a los radicalismos de las guerras; otras, al simple paso del tiempo; aunque también los accidentes fueron causantes de auténticas desgracias culturales.
Enmarco este libro en el catálogo de los documentos históricos porque entiendo que es eso precisamente, una recopilación de la historia de la provincia de Jaén, con un marcadísimo carácter religioso, pero también sin olvidar el elemento artístico-cultural que representan estas manifestaciones de fe.
Nada más iniciada la lectura del libro se detecta la importante labor investigadora que ha debido realizar el autor para confeccionar la obra, y ahí radica gran parte de su éxito. Cuando las cosas se hacen con ganas y creyendo en ellas, dejando en un muy segundo plano la rentabilidad económica, los resultados obtenidos son infinitamente mejores. He aquí un ejemplo.
Quisiera hacer especial mención al enriquecimiento que se realiza de los datos históricos aportados mediante la inclusión de fotografías de las imágenes, templos o monumentos desaparecidos. Me parece increíble no ya que se hayan podido recopilar esas fotografías, sino su existencia misma.
Hay un viejo proverbio chino que indica que Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo. Aquí tenemos el granito de arena que aporta Paco Jiménez para que parte de las barbaries que ha cometido esta terrible Humanidad no se reproduzcan.
Por cierto, creo que ya se ha publicado la segunda parte de este libro. Pronto os hablaré de ella.
Enmarco este libro en el catálogo de los documentos históricos porque entiendo que es eso precisamente, una recopilación de la historia de la provincia de Jaén, con un marcadísimo carácter religioso, pero también sin olvidar el elemento artístico-cultural que representan estas manifestaciones de fe.
Nada más iniciada la lectura del libro se detecta la importante labor investigadora que ha debido realizar el autor para confeccionar la obra, y ahí radica gran parte de su éxito. Cuando las cosas se hacen con ganas y creyendo en ellas, dejando en un muy segundo plano la rentabilidad económica, los resultados obtenidos son infinitamente mejores. He aquí un ejemplo.
Quisiera hacer especial mención al enriquecimiento que se realiza de los datos históricos aportados mediante la inclusión de fotografías de las imágenes, templos o monumentos desaparecidos. Me parece increíble no ya que se hayan podido recopilar esas fotografías, sino su existencia misma.
Hay un viejo proverbio chino que indica que Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo. Aquí tenemos el granito de arena que aporta Paco Jiménez para que parte de las barbaries que ha cometido esta terrible Humanidad no se reproduzcan.
Por cierto, creo que ya se ha publicado la segunda parte de este libro. Pronto os hablaré de ella.
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