Siguiendo con mi línea de ir al cine en función de lo que digan esos pequeños dictadores que son los niños, hoy me ha tocado tragarme esa obra maestra del séptimo arte titulada Zooloco.
La verdad es que no ha sido tan bodrio como otras que he sufrido. Esta, al menos, tiene muchos momentos de risa por los puntos -bastantes- de los animalitos hablando; sobre todo el mono. En ocasiones viene a ser algo así como un concurso de chistes, y es lo único que hace que no despotriques a los siete mares por haber desperdiciado 5,5 euros en algo así.
En resumen, un cuidador de animales de un zoológico que descubre que los animales hablan. A partir de ahí... una historieta tonta, sin prácticamente argumento, ni casi nada más.
¿Lo más llamativo? Que mi niña ha salido encantadísima. Incluso hubo aplausos al final.
En resumen, un cuidador de animales de un zoológico que descubre que los animales hablan. A partir de ahí... una historieta tonta, sin prácticamente argumento, ni casi nada más.
No merece la pena ni verla después en DVD. Bueno, sí para pasar un rato de cierta evasión, que también hacen falta esos momentos. ¿O no?.
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