Hay un proverbio chino que dice que "Hay que saber retirarse a tiempo".
Por desgracia, existen muchísimos ejemplos de personas que hacen todo lo contrario, y aguantan -no se sabe muy bien la razón (o sí)- hasta que se van desprestigiados completamente. Todos conocemos algún político, deportistas, empresario... que ejemplifican claramente esta forma de actuar.
El Superman que tenemos estos días en los cines es un claro ejemplo de superhéroe que no ha sabido retirarse a tiempo.
El que apareciera en el trailer un perro con capa ya hacía presagiar que la cosa pintaba mal, y así ha sido.
Me da la sensación de que el único objetivo que se pretende es "estirar el chicle" y hacer caja al abrigo del nombre de Superman. No seré yo quien diga que no hay segundas, terceras... partes de alguna historia que no sean buenas, pero este no es el caso.
Superman sigue siendo el mismo periodista de siempre, que trabaja en el periódico de siempre, con la misma novia de siempre, aunque ahora ya es un superhéroe consumado conocido y esperado por la población. Pero, claro, siempre hay un malo, malísimo que pone en acción al superhéroe. Hasta ahora, nada nuevo bajo el sol (al margen de la historia primaria y original), pero esta historia, su desarrollo, con perro volador incluido, no me convence.
Debo decir que he ido a verla porque no había entradas para la película que queríamos ver, y nos vimos obligados a improvisar. De no haber sido por esto, no estaría escribiendo este catite.
Sí deciros que lo más interesante fue que en nuestra sesión la proyección era en 3D, por lo que nos dejaron unas gafas para ver la película. Hacía tiempo que veía una película así, y la verdad es que había momentos muy pero que muy interesantes... tecnológicamente hablando, claro.
Mi consejo es que no vayáis al cine a verla, ni siquiera cuando esté disponible en las plataformas digitales.
No obstante, para gustos, los colores.
Os dejo el trailer.