Fue hace casi una década. Me tocó entrevistar al delegado provincial –en Jaén- de Turismo y Deportes, Francisco José Aguilera, de cara al suplemento que mi periódico iba a publicar ante el inicio de la feria de turismo más importante de España, Fitur, y la tercera del mundo. Me dijo muchas cosas, se lo pueden imaginar, pero hubo algo que todavía recuerdo y he utilizado en multitud de ocasiones; era algo así como que Jaén cuenta con muchos y muy valiosos recursos turísticos, pero falta convertirlos en productos turísticos. Y la verdad es que el tipo tenía razón. ¿De qué te sirve tener cuatro parques naturales, entre ellos el más grande de Europa tras la selva negra alemana, una gastronomía de Champion’s League, los restos de la ciudad más antigua de Europa, o unos yacimientos íberos que dan hipo... si no están ordenados de tal forma que puedan ser disfrutados por los turistas?
Estos días se celebra una nueva edición de Fitur y, como cada año, medio Jaén está allí, en la feria del sonrojo. Sí, porque es para que a los jienenses nos pusieran la cara colorá. ¿A qué vamos o a qué hemos ido prácticamente desde siempre?. Sinceramente, no lo sé. Bueno, sí lo sé pero lo diré otro día.
Una pregunta: ¿qué producto turístico tiene hoy –principios de 2008- la provincia de Jaén que no tuviera hace diez años?. Sí podemos referir varios fiascos. A saber. Un viaje al tiempo de los iberos que se presentó en el 2002, con folletos y presidente autonómico incluido, y que hoy, seis años después, está prácticamente por iniciar. Una ruta del Renacimiento por la que se ha interesado una persona, o menos. O una ruta de los castillos que no acaba de pasar de la teoría a la práctica.
Sí podemos sumar dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, que no es poco, sino muchísimo, pero que se venden por el simple hecho de ser eso, Patrimonio de la Humanidad, y no porque dependa de nosotros. Todavía.
Entre tanto frío y algún punto tibio sí hay lugar para la esperanza. Contamos con una empresa mixta de capital público y privado (Comercializadora de Turismo de Jaén) que parece que sí tiene claro lo que hay que hacer, y lo está haciendo. Quizá porque pesa más la opinión del empresario que del político. Que no se malee.