Excelentísimo Señor (siga entendiéndose como fórmula de cortesía) Julio Millán, Alcalde de Jaén:
Empiezo a sentirme como el coronel de Gabriel García Márquez, pero al revés, es decir, él no tenía quien le escribiera, y yo no tengo quien responda a mis cartas. Pese a ello, y porque no disminuye mi preocupación sobre la gestión que usted está haciendo en el caso Ondajaén RTV, voy a seguir practicando hacia su persona el género epistolar con la esperanza de que todo salga bien.
En su actuación en el tema llama poderosamente la atención que justifique la presentación de un ERTE, primero, y un ERE, después, en la causa de fuerza mayor que fue el incendio de las instalaciones de Ondajaén, y sin embargo de cara a la opinión pública se dedique a publicitar otras razones para sustentar el cierre del servicio y el despido de la plantilla tales como el excesivo gasto, la mala gestión, los sueldos altos, el ser un servicio impropio de un ayuntamiento, el ser un medio al servicio del PP...
Es decir, al ciudadano le dice usted una cosa, y al juez, otra. El Sentido Común me dice a mí que se trata de una estrategia errónea porque esto -tiene toda la pinta- lo va a resolver un juez, y aunque usted intente utilizar fuegos artificiales para engatusar a su señoría, en este ámbito el artificio sobra, y lo que cuenta son los hechos, la legislación y la jurisprudencia. Por lo que ese doble juego que usted está practicando le puede salir más caro de lo que creo ha calculado.
A pesar de todo, y dejando el ámbito judicial para los jueces y los abogados, voy a ir centrándome en esta y en mis próximas cartas en esos otros aspectos que usted esgrime para hacer ver a la ciudadanía que está actuando bien cerrando Ondajaén RTV y despidiendo a sus trabajadores.
Hoy quisiera entrar en esos 60 millones de euros de déficit que usted asegura ha generado Ondajaén en sus casi 20 años de vida.
Entiendo que no es una cifra rigurosa, y sí obtenida de la sencilla operación de multiplicar los casi 3 millones de euros de presupuesto anual de la cadena por los casi 20 años de existencia que tiene. Obtenemos pues 60 millones de euros de déficit que forman parte de los casi 700 millones de euros que conforman la deuda del Ayuntamiento de Jaén.
No seré yo quien entre a cuestionar si la cifra es correcta o equivocada. No tengo datos para posicionarme ni en un sentido ni en otro. Por tanto, y para que vea mi buena voluntad, la daré por buena.
Usted mismo, su concejal de Presidencia África Colomo, su concejal de Personal Carlos Alberca, e incluso su socia de gobierno María Cantos, han usado este dato para hacer entender a los jienenses que es positivo acabar con Ondajaén: 60 millones de euros de deuda.
Lo curioso es que reconocen también que esa deuda ha sido provocada por la mala gestión que se ha realizado en Ondajaén, y cualquier persona con dos dedos de frente -incluidos ustedes- entiende perfectamente que la gestión de una empresa (llamemos así tanto a lo público como a lo privado) no es competencia del trabajador sino del empresario/dirigentepúblico. Es decir, si un empresario gestiona bien su empresa, tendrá resultados positivos; pero si la gestión es mala, los resultados serán negativos. Los trabajadores son un engranaje más de esa maquinaria.
Fíjese que hasta su concejal Alberca, en la reunión mantenida hace unos días con los trabajadores, reconoció que en esa malísima gestión "vosotros -los trabajadores- no tenéis culpa ninguna", dijo.
Ante tales elementos surge una fácil pregunta: si los trabajadores de Ondajaén no tienen la culpa de haber generado 60 millones de euros de déficit en 20 años sino que los culpables han sido los políticos que han dirigido la empresa en esas casi dos décadas, ¿por qué Julio Millán castiga a los trabajadores por lo que hicieron los políticos?
En fin. Vayamos a lo concreto.
Estos días hemos podido ver en redes sociales unas facturas que indican que Ondajaén pagó varios miles de euros cada semana por retransmitir partidos en diferido del Real Jaén. ¡¡¡¿¿¿Varios miles de euros por un partido de fútbol en diferido???!!! No sé si las cifras son exactas, o no, pero lo que sí le aseguro es que aquello ocurrió porque los trabajadores de Ondajaén lo criticamos abiertamente cuando supimos que se estaba produciendo. Nos parecía una barbaridad que se pagara un solo euro por retransmitir un partido en diferido. Era una mala gestión empresarial por cuanto generaba un costo (al parecer abultado) perfectamente prescindible, y sobre todo porque no había retorno económico alguno.
Una de las teorías que se difundieron por aquel entonces era que el Ayuntamiento había encontrado la fórmula de financiar al Real Jaén de "manera legal": a través de Ondajaén. Ya digo que era algo de lo que se decía en los mentideros futbolísticos, políticos y empresariales de la ciudad. No sé si era cierta, o no, pero también le aseguro que yo fui testigo, en el Estadio de La Victoria, de algo que me llamó la atención en el momento, y que después me llamó más todavía la atención cuando me enteré de esta historia de la emisión de partidos en diferido.
Entrando yo por las oficinas de La Victoria un día de partido, vi cómo el presidente del club entraba corriendo y visiblemente exaltado llamando a cuantos miembros de su directiva encontraba a su paso. Les invitó a ponerse casi en estado de revista porque venía alguien importante. Me sorprendí por la escena, y esperé hasta conocer quién era la autoridad en cuestión. Se le ofreció una recepción casi de Jefe de Estado de esas que vemos por la tele y en las películas. La importante autoridad era un consejero y vicepresidente de la Junta de Andalucía, de poca estatura, pelo escaso en la cabeza, pero sí poblado y famoso bigote que algunos años después se quitó.
¿Serían ciertos aquellos rumores de la financiación municipal al Real Jaén a través de Ondajaén?
Creo sinceramente, señor Julio Millán, que un responsable público de altura no se dedica a castigar a los trabajadores por lo que hicieron sus superiores, sino que investiga aquella gestión, y procura depurar responsabilidades entre quienes la llevaron a cabo.
Eso es ser valientes, pese a que la alcaldesa de aquella época fuese la socialista Carmen Peñalver, y el presidente de Ondajaén fuese también el socialista Manuel Fernández Palomino, hoy senador por el PSOE de Jaén.
También recuerdo que en otra época, en Navidad aunque no podría precisarle el año, igualmente fue famosa la retransmisión de la Cabalgata de Reyes. Y lo fue porque el Ayuntamiento de Jaén, en lugar de utilizar a los trabajadores de Ondajaén -tal y como se había hecho hasta entonces, y como se hizo después-, contrató a una productora. Es decir, los trabajadores de la radiotelevisión se quedaron en los estudios viendo por la televisión cómo una productora -cobrando de las arcas municipales- realizaba su trabajo: la retransmisión de la cabalgata, y para más inri ésta se emitía a través de la propia Ondajaén.
Las facturas de aquella acción no han trascendido públicamente, pero seguro que están en el ayuntamiento. Señor Julio Millán, ¿por qué no las busca, comprueba si lo que se hizo fue correcto, o no, y si ve indicios de algún delito le pide responsabilidades a quienes malgastaron el dinero público en lugar de castigar ahora por ello a los trabajadores? Hágalo sin importarle que ocurrió en una época en la que la alcaldesa de Jaén era la socialista Carmen Peñalver, y el concejal que ejecutó la acción fue el también socialista José Montané.
Le pongo el acento sobre estos dos hechos porque se hicieron bajo la gestión de un gobierno socialista, su partido, ese al que usted pretende castigar pero dándole la patada en el culo de los trabajadores de la empresa.
Aunque no crea que sólo el PSOE lo hizo mal, por supuesto que también hay casos en las épocas del PP... no tiene más que tirar de la manta porque usted, en estos momentos, puede hacerlo ya que es el alcalde de Jaén. Actúe contra la mala gestión del dinero público, sin importarle el color de quien lo haya hecho. Eso es ser valiente.
Por cierto, en la búsqueda de responsables haga también autocrítica. Incluya también sus meses de gestión. En concreto, la San Antón 2020, esa en la que usted dejó en sus casas a los 46 trabajadores de Ondajaén RTV, pagándoles la nómina, y para hacer su trabajo contrató a una productora. ¿Es eso un ejemplo de la buena-nueva gestión que usted pretende, o es la continuación de lo que hicieron otros?
No podemos pretender pedir justicia si la injusticia parte de nosotros mismos.
Señor Julio Millán, sea valiente. Investigue o haga que se investigue quiénes son los responsables de la mala gestión de Ondajaén, y pida responsabilidades por ello. Pero, por favor, no quiera castigar esas acciones culpando a los trabajadores (despidiéndolos) y a los ciudadanos (dejándolos sin el servicio, donde se encuentra la única televisión local de la ciudad de Jaén).
Señor Julio Millán. Sea buen gestor de los intereses de los ciudadanos, y no de las prioridades de los partidos políticos.
Rectifique. Está a tiempo.