Siempre me ha gustado leer aquellos libros en cuyo título o temática aparece algo relacionado conmigo o con aquello que me gusta. Da igual el argumento, el autor, si dicen bien o mal de él... es algo instintivo que generalmente me ha generado satisfacciones importantes, aunque también algún fiasco que otro.
En esta ocasión era abordar algo exótico porque El maratón más loco (Destino. Barcelona. 2012. Segunda edición. 117 pgs) es un libro para niños pequeños que están iniciándose en la lectura. Forma parte de uno de los fenómenos editoriales más exitosos de los últimos años: Gerónimo Stilton. Sí. Ese ratón periodista (otra casualidad), intelectual, director de El Eco del Roedor, que además de su trabajo vive mil y una aventuras.
Ya había leído algo de la saga porque a mis hijos les encanta, y aunque mi aproximación fue en co-lectura con ellos, me pareció divertido e interesante; a mí no me gustaban, pero entiendo que son una buena fórmula para lo que busca: acercar a los peques a algo tan importante como leer.
Desde ese punto de vista, el de la curiosidad anterior, inicié la lectura para saber cómo iba a gestionar Gerónimo su participación en un maratón.
La historia mantiene los elementos de siempre, y que tanto éxito le han (y siguen) dado, esto es: capítulos brevísimos para no perder el hilo; párrafos normales que se alternan con líneas en colores, o que se retuercen para acá y para allá con caracteres diferentes; una historia principal que se alterna con minihistorietas; y, por supuesto, dibujos a modo de cómics que permite identificar a los personajes y hacer más amena la lectura.
En definitiva, una nueva historia de una saga exitosa que sigue apostando por la fórmula que tanto gusta. Ideal para niños -os aconsejo elegir cualquier título, y probar-, pero que en esta ocasión puedo comprobar que el autor (o autora) se lo curra, se documenta sobre aquello de lo que va a escribir para después hablar con propiedad.
La historia es un poco loca -supongo que así atrae la atención de los peques-, pero en ella he encontrado cosas que nos ocurre a quienes solemos practicar el maratón. El propio Gerónimo Stilton sufre en sus carnes los duros entrenamientos; el no saber muy bien qué comer antes de la carrera porque cada uno te dice algo diferente; los fuertes sentimientos de abandono en el momento jodido de la prueba, pero que finalmente acabas superando; el compañerismo entre los corredores... en fin, que visto lo bien que se han trabajado esta historia del maratón, y entiendo que lo hacen igual con todos los demás, aconsejable apostar por esta saga para que el niño sepa gustar del leer.
Por cierto, este El maratón más loco incluso nos deja, al final, una especie de decálogo del atleta para ser un superratón: alimentación, descanso, deporte, no alcohol ni tabaco ni drogas, constancia, disciplina, respeto al adversario... Me encanta porque son cosas difíciles de transmitir, con éxito, a los niños, pero aquí se hace con habilidad.
Lo dicho, probad y me contáis.