lunes, 30 de septiembre de 2019

Descubriendo a Unamuno

No tengo muy claro si Amenábar, en Mientras dure la guerra, nos habla de la Guerra Civil española, de Miguel de Unamuno, o de la condición humana.
A mí particularmente me ha sorprendido la figura de Unamuno. No conocía esta faceta del escritor, y aunque ya veo que la versión que ofrece la cinta de su figura no está exenta de polémica, para mí ha sido todo un descubrimiento. De hecho, voy a investigar sobre su figura. 
¿Quién no tiene en casa un ejemplar de San Manuel Bueno mártir?... Pues eso. Lo que ocurre es que yo lo consideraba como uno de los grandes autores de nuestra historia, pero desconocía el que hubiera sido objeto de discordia por los bandos enfrentados en la guerra. Karra Elejalde está genial, no porque lo haga más o menos bien, sino porque lo teníamos encasillado en historias de humor, y tras ver su GENIAL interpretación, me quedo con la boca abierta. En este tipo de cosas, en la capacidad de asumir registros tan diferentes, es donde se pulsa el verdadero valor de un actor.
En relación a la propia Guerra Civil, entiendo que es complicado para cualquiera aproximarse desde la objetividad, y que el resultado sea una historia imparcial. Aquí los malos son los nacionales, los militares que se rebelan, quienes pegan, detienen y matan a la inocente población. El director parece tenerlo claro en este sentido, aunque en el desarrollo real de la película también nos transmite sus dudas; y lo hace a través del discurso, de la permanente duda en la que se mantiene Unamuno, y que exterioriza en los eternos debates con sus compañeros de café y tertulia.
Aunque hoy día está mal vista aquella persona que cambia su opinión en relación a un tema, recuerdo que hace un tiempo, un sociólogo reconocía que lo normal es lo contrario, es decir, variar la opinión porque por algo tenemos intelecto. Y es el raciocinio lo que nos permite analizar las cosas, los hechos, las situaciones, las ideas... y determinar en cada momento si son blanco, negro o alguno de los muchos tonos de grises que puede haber. Unamuno parece ser un ejemplo de esta teoría, de lo que debería ser normal en la condición humana (según ese sociólogo), y que sin embargo el sentir general la considera anormal.
El tercer elemento que encontramos en Mientras dure la guerra es algo ya conocido: Franco llegó a ser Generalísimo casi por casualidad. Bueno, de chiripa al principio porque fueron las circunstancias lo que llevaron a este militar bobalicón (así lo retrata Amenábar) a situarse al frente de los militares que se rebelaron contra la República. Aunque una vez allí, sí que tuvo claro lo que tenía que hacer -y vaya si lo hizo- para perpetuarse.
Creo que la película es muy recomendable, incluso para los más jóvenes para que aprendan algo sobre esa parte tan importante de nuestra historia pasada que, por lo que vemos en el día a día, parece estar condenada a acompañarnos, y no sabemos hasta cuándo.
Para acabar, quiero destacar la interpretación que Eduard Fernández hace de Millán-Astray. Una auténtica pasada.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Uebos

Desde que empecé a escribir sobre las palabras que me voy encontrando en mi día a día (en libros, periódicos, televisión, radio, tradición oral...), y cuyo significado desconocía, me he llevado numerosas sorpresas, pero quizá la de hoy se la más destacada.
Fue en la noche del pasado sábado cuando, en un nuevo concurso de La 1 de TVE, se preguntaba a los participantes si sabían el significado de la palabra uebos.  
No. No se trataba de ningún error. Sin "h" y con "b". El presentador, al resolver la cuestión, dijo que se trataba de "cosa necesaria", o algo así. 
Pese a ello, no entendía el significado, por lo que lo he buscado en el RAE, y esto es lo que he encontrado:

UEBOS: m. desus. Necesidad, cosa necesaria. Uebos me es. Uebos nos es. Uebos de lidiar.


Lo reconozco. No acabo de entender el significado de la palabra, o cómo usarla. Por ello, profundizo algo más y acudo a la Fundéu. Ante la consulta realizada por un usuario, esta es la respuesta:
Lo apropiado es manda huevos, por antiestético que resulte, y lo mismo se aplica a por huevos. Para bien o para mal, son expresiones vulgares y este hecho no lo cambia otra grafía. El Diccionario del español actual, de Seco, registra ambas expresiones precisamente escritas así, no manda uebos ni por uebos, y la RAE lo confirma en su cuenta de Twitter.
La palabra uebos, también escrita huebos, es en efecto un arcaísmo del que no queda vestigio alguno en la actualidad y que significa ‘necesidad, cosa necesaria’, más específicamente para cosas de las que se carece. Se utilizaba en giros como ser uebos (‘ser necesario’), para huebos del dicho monasterio(‘para las cosas necesarias del monasterio dicho’), uebos me es (‘me es necesario’) o el que menciona de la lidia. De ahí se interpreta que manda uebos es algo así como ‘la necesidad obliga’.
Es preciso señalar que por huevos se usa con el sentido de ‘sin motivo aparente, porque sí’, y que manda huevos sirve para comentar algo que se considera negativo y que es sorprendente o llamativo, por lo que en cierto modo se aplican a cosas que no son necesarias, sino más bien al contrario.
La homofonía con huevos es mera coincidencia, pero se aprovecha para intentar hacer más respetables las expresiones malsonantes. Incluso si la justificación que da fuera cierta (tampoco nosotros hemos encontrado registro histórico alguno que la avale), en la actualidad claramente se refiere a los genitales masculinos, con variantes como manda cojones y manda narices (así como tiene huevostiene cojones y tiene narices). Hay que añadir que el Cid, en contra de lo que se afirma en algunos sitios, no usa en ningún momento la expresión por (h)uebos.
No es un caso muy distinto de hostia, que a veces se escribe impropiamente ostia en su sentido vulgar de ‘golpe o bofetada’ para que no se identifique con la oblea que se consagra en la misa.

Por avanzar un poquito más en este nuevo descubrimiento que he realizado, buceo en google, y encuentro una página cuya información me resulta interesante. Se trata de "definicionde.org". Y esto es lo que recoge sobre uebos

Origen de la palabra Uebos

Aunque en principio se puede pensar que Uebos es un error ortográfico, lo cierto es que se trata de un arcaísmo que debe su razón etimológica a la palabra latina opus y que incluso se puede encontrar como parte del castellano antiguo.
El origen de la palabra Uebos se debe a una evolución del latín opus diptongando la breve tónica en ue y son utilizando en la intervocálica, siendo los anteriores cambios bastante comunes en los voluntarismos.

¿Por qué Uebos no es un error ortográfico?

Como se ha mencionado, es una evolución del lenguaje que aunque ya se trata de un arcaísmo, sí que existe. Ha caído en desuso, pero sigue siendo una expresión frecuente dentro del ámbito judicial.Dentro del ámbito judicial existe la expresión que incluye la palabra, pero como consecuencia del desconocimiento sobre la existencia de la palabra Uebos en el español, se ha entendido y escrito como “manda huevos” de manera equivocada y en muchas ocasiones.

Uso de la palabra Uebos en el ámbito judicial

A manera de una expresión exclamativo, es bastante común que se diga “manda huevos” “manda uebos” como una suerte de evolución de la frase en latín mandat opus, con la que se quiere dar a entender que “la necesidad obliga”, como un elemento clave al momento de elaborar la argumentación judicial si existió una prueba o un argumento contundente que obligaba de manera indefectible a que los hechos fuesen vistos de una manera y actuar en consecuencia con ello.

Uso de la palabra Huevos en vez de Uebos

Con el tiempo las personas identificaron estas expresiones y en particular el vocablo uebos no con los huevos de las aves, sino con los testículos, pues de forma literaria, los testículos se han identificado con tesón y empecinamiento imparable.
A partir de lo anterior la expresión manda uebos se vio transformada en manda huevos e incluso en algunas situaciones se dice directamente manda cojones.
Acabamos así la aproximación a una de las palabras más interesantes de cuantas hemos tratado.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Absenta

Leyendo un texto sobre Vicent van Gogh, encuentro que, tras trasladarse a París en el año 1886, el holandés "... realizó uno tras otro cuadros clásicos a un ritmo enloquecido, alimentado, al mismo tiempo, por la absenta y una inestabilidad mental incipiente...".
Supongo que la absenta será algún tipo de enfermedad mental de las que tanto se habla que afectaron a este genial pintor.
Para salir de dudas, como siempre, acudimos al RAE.

ABSENTA: 1. f. ajenjo (II bebida alcohólica).

Esta vez la intuición nos ha fallado. Parece ser una bebida alcohólica, pero abundemos más en el significado de ajenjo.

AJENJO: 1. m. Planta perenne de la familia de las compuestas, como de un metro de altura, bien vestida de ramas y hojas un poco felpudas, blanquecinas y de un verde claro, amarga, algo aromática y de uso medicinal.
2. m. Bebida alcohólica elaborada con ajenjo y otras hierbas aromáticas.
3. m. p. us. Bebida amarga elaborada con ajenjo. U. m. en sent. fig.

Pues se confirma. En nuestro contexto, se trata de una bebida alcohólica.

lunes, 2 de septiembre de 2019

Repaso a algunas instrucciones para la vida

En los tiempos que corren es complicado hablar de ética porque da la sensación de que los principios y los valores están menos de moda que nunca, y lo que prima es todo lo contrario. Por eso, por recargar un poco las pilas, he acudido a Ética para Amador (Savater, Fernando. Editorial Ariel. Barcelona. 1991. 18ª edición. 1993).
Tampoco pretendía aproximarme a un un gran y sesudo tratado, y por ello me decanté por esta obra. No es desconocida para mí, sino que ya la había leído en dos ocasiones, y ésta (la tercera) ha llegado, sin buscarlo, diez años después (exactamente) que la anterior.
Savater escribe este libro pensando en su hijo Amador. Prentende hablarle de ética, de libertad, de saber vivir..., en definitiva, de la vida; y para ello no busca grandes referencias de autores clásicos, o modernos, referencias históricas o ejemplos a seguir por toda la humanidad. No. Fernando Savater tira de experiencia, de su propia vida, de la de su hijo, de cuanto ocurre a su alrededor, a nuestro alrededor... y todo ello buscando continuamente ejemplos cotidianos que puede protagonizar cualquier familia corriente que podamos conocer.
Savater lo deja claro al principio, y avisa de que éste no es un libro de ética, para no engañar a nadie. Y asegura que "su objetivo no es fabricar ciudadanos bienpensantes (ni mucho menos malpensados) sino estimular el desarrollo de librepensadores).
Dirigido a adolescentes, como su hijo, quizá sea un buen comienzo para que esos chichos y chicas que están en la antesala de ser adultos, y por tanto de empezar a tomar decisiones, tengan algún tipo de ayuda a la hora de afrontar los retos que les va a ir poniendo en sus narices la vida, esa a la que tantas ganas tienen de salir, y de la que tan poca idea tienen.
La vida es compleja, mucho, sobre todo para los humanos, y eso es lo que intenta hacer el autor: hacérselo ver a quienes la tienen entera por delante.
Por todo esto yo recurro de vez en cuando a sus páginas, a releerlas, y siempre que lo he hecho he aprendido algo.
Es cortito, se lee fácil, y te sirve para reflexionar. Con esto quiero decir que, además de para jóvenes, también nos viene bien a todos; por lo menos, a modo repaso.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Echar unas risas con Santiago Segura

Al cine no podemos pedirle siempre grandes mensajes, temas de trascendencia, o argumentos en torno a asuntos de interés mundial. El humor no tiene tanta importancia, o quizá sí. Pero lo cierto es que resulta necesario reírse, sobre todo en momentos o épocas de dificultad.
Eso es lo que he buscado en Padre no hay más que uno, y la verdad es que lo he encontrado.
Es una película ideal para echarse unas risas, y aunque vea a Santiago Segura demasiado plano durante toda la historia, el objetivo global se consigue.
Una madre agobiada por las tareas domésticas (donde los hijos son el principal peso) y laborales, se marcha sola al viaje que había organizado con su marido por el aniversario de ambos. Es él (Santiago Segura) quien le lanza el reto de que será capaz de ocuparse de todo (casa, niños y trabajo) mientras ella se relaja durante una semana de lujo en unas vacaciones de ensueño.
La película es un continuo ir y venir de situaciones que pueden suceder a cualquier familia española, pero donde la forma en que las resuelve el padre incitan a la risa continua.
Lo dicho, una película para pasar un buen rato.