viernes, 28 de junio de 2019

Objetivo Jaén (I): inscrito finalmente

Finalmente haré mi maratón número 16 el próximo domingo, 7 de julio, en la pista de atletismo "Ángel Cortés" de las instalaciones deportivas municipales "La Salobreja", de Jaén. Al menos ese es mi objetivo. Inscrito estoy.
Empezar, tengo claro que empezaré, y confío igualmente en acabar, pero como he salido tan tocado de los 101 kilómetros de Ronda, las dudas no acaban de disiparse.
Un maratón es siempre una prueba muy dura y exigente, y si a ello le sumas que será en una pista de atletismo (dando 105 vueltas), y el siete de julio (calor a espuertas) a las siete de la mañana... todo se complica un poquito más.
Sé que a un maratón no puedes perderle el respeto; simplemente porque si lo haces, te machaca. Lo tengo clarísimo porque en alguna ocasión lo he sufrido. Por ello, me he inscrito al II Maratón en pista de Jaén, y lo afronto con el único objetivo de acabarlo. A diferencia de las ocasiones anteriores, no tengo marca objetivo, ni he hecho un plan específico de varios meses, ni nada de eso. Llego con la base (que es mucha) de Ronda, y mi idea es correr, intentar disfrutar con varios amigos que también estarán, vivir el ambiente atlético... ser feliz haciendo una de las cosas que me apasionan. 
Si en ocasiones he recorrido hasta 3.000 kilómetros para participar en un maratón, ¿no voy a estar en el de mi tierra? ¡¡Pues claro, hombre!! Hay que apoyar este tipo de cosas porque de lo contrario dejarán de existir, y quizá entonces las echemos más de menos, pero en ese momento ya no habrá solución.
Además, es un maratón solidario que empezó de una forma muy bonita, y que continúa manteniendo aquellos mimbres.
Lo dicho, el 7 de julio, si queréis buscarme, estará en La Salobreja dando unas vueltecitas. Si no pasa nada.

jueves, 20 de junio de 2019

Coda

Hoy me he topado en un texto con la palabra "coda". No tengo ni idea de su significado considerándola de manera aislada, pero es que cuando la contextualizo, tampoco. 
Leyendo sobre Sarah Good, una de las brujas de Salem, aparece lo siguiente: "Dos décadas después (de las ejecuciones), las víctimas fueron exoneradas y se invitó a sus familias a solicitar indemnizaciones. La carta que dirigió al tribunal el viudo de Sarah, con una caligrafía temblorosa, representaba una coda conmovedora para el juicio y ejecución de su esposa...".
Insisto. Ni idea. Una vez más, y para salir de dudas, acudimos al RAE.

CODA (1): 1. f. desus. cola. En Ar., u. c. rur.

CODA (2): 1. f. Métr. Conjunto de versos que se añaden como remate a ciertos poemas.
2. f. Mús. Adición brillante al período final de una pieza de música.
3. f. Mús. Repetición final de una pieza bailable.

coda silábica
1. f. Fon. Margen posterior de la sílaba; p. ej., la última consonante de sol.

CODA (3): 1. Carp. Prisma pequeño triangular, de madera, que se encola en el ángulo entrante formado por la unión de dos tablas, para que esta sea más segura.

CODO (2), DA: adj. Ec., El Salv., Guat., Hond. y Méx. tacaño (que escatima el gasto).


Esto es un descubrimiento, otro, para mí. Está claro que en el caso que nos ocupa, coda la encuadraríamos en las acepciones 1 y 2 de CODA 2. 

martes, 18 de junio de 2019

Fotón


Dicen las estadísticas que la crisis económica que no acaba de marcharse tuvo tres sectores especialmente perjudicados: construcción, banca y periodismo. Quizá por eso, numerosas empresas de comunicación se han dedicado a reducir costes a toda costa, y una de las vías tomadas ha sido despedir fotógrafos, y hacer que los redactores hagan las fotos (incluso he visto el caso contrario: algún fotógrafo tomando notas para después escribir el texto).
Ya en su día me pareció una política errónea, y así lo dije AQUÍ. Hoy sigo pensando lo mismo. El redactor debe dedicarse a escribir, y el fotógrafo a hacer fotografías. Eso no quita que, como se lo ordena su empresa, el trabajador deba ir más allá de lo que debería y, por supuesto, hacerlo bien. Tampoco negaré que hay fotógrafos malos, y que la rutina o apatía o el cansancio... les llevan a cumplir lo justito con lo que se supone de ellos, y no hagan su trabajo como se espera de ellos. 
Pero pienso que un fotógrafo que ama su trabajo es insuperable; como mucho, igualable. Me vino a la mente todo esto el pasado 12 de junio al ver en Diario Jaén la fotografía que protagoniza este catite. Vaya FOTÓN que se ha marcado Agustín Muñoz. 
Esta foto confirma mi teoría. 
¡¡Enhorabuena!!

lunes, 10 de junio de 2019

Vaya primera república española

Hace ya tiempo que se viene hablando mucho en nuestro país de la República, de sus bonanzas, de lo buena que fue para nuestro país, y la necesidad de instaurar un tercer periodo republicano. 
Reconozco que estoy un poco pez en historia, y especialmente en estos dos momentos históricos de nuestro país, de ahí que tuviera la inquietud de saber algo de aquellas primera y segunda repúblicas española. He empezado con La primera república española (1873-1874) (Martí Gilabert, Francisco. Ediciones Rialp. Madrid. 2017. Segunda edición).
Me he decantado por él porque tras numerosas consultas para ver cuál era la mejor publicación para empezar a ilustrarme, encontré muy buenas críticas sobre esta publicación. Se trata de un libro cortito (tiene 158 páginas), pero que realiza una muy buena aproximación a un periodo de la historia de España que apenas duró dos años, y que sin embargo tuvo cuatro presidentes, una Asamblea Nacional muy particular, y una intensidad política tremenda acompañada de incidentes, disturbios, inestabilidad... en fin, un periodo convulso quizá porque se proclamó la República en un país en el que apenas había republicanos.
Martí Gilabert no sólo se centra en esos meses republicanos sino que los contextualiza con el precedente de la sublevación contra la monarquía encarnada por Isabel II, y los concluye con la Restauración monárquica y borbónica con la llegada de Alfonso XII.
Entre reina y rey, como hemos apuntado, once meses tremendamente activos que el autor describe como una lucha continua entre los cuatro presidentes del gobierno que hubo (Figueras, Pi y Margall, Castelar y Salmerón), así como por el resto de fuerzas políticas representadas en la Asamblea Nacional; y que quizá por su "visión estrecha, partidista y personalista impidió que cuajara un régimen que la revolución de 1868 había presentado como posible".
Yo he quedado satisfecho con mi lectura como, insisto, una primera aproximación a este periodo, aunque he echado de menos una mayor profundización en determinados elementos que no he acabado de entender plenamente por la superficialidad con que los trata Martí Gilabert; quizá por eso vuelva en un futuro a ellos. No obstante, creo que es una gran opción para conocer a grandes rasgos lo que ocurrió en aquellos once meses de Primera República Española.
Ya tengo elegido el libro con el que abordaré la Segunda República. Ya os contaré.

jueves, 6 de junio de 2019

Descubriendo a Sir Elton John

Rocketman es un recorrido por la vida de uno de los músicos más grandes que ha dado la Historia: Sir Elton John. Cierto que me llegó más Bohemian Rhapsody (que es la historia de Queen) porque conozco más sus canciones, pero Rocketman me ha servido para descubrir a Sir Elton John, y ha sido todo un descubrimiento.
No fue Sir Elton John un cantante a quien seguí demasiado, ni siquiera en mi época de madurez; de hecho, no lo hago ahora, que no quiere decir que siga sin hacerlo a partir de este momento.
La película es un musical donde las canciones no son sólo un momento de recuerdo de aquel gran concierto de Sir Elton, sino también la forma de expresar un sentimiento en un momento dado y ante una circunstancia concreta. Incluso por momentos parece Alicia en el país de las maravillas por lo fantasiosa que resulta. Es quizá el toque especial de Sir Elton.
Tampoco hay que olvidar que el propio cantante es el productor de la película, y de ello se deriva que se ha hecho lo que él ha querido. A mí no me parece mal. No acudo al cine a pillar al cantante en este o aquel momento especialmente delicado. He ido, como en las actuaciones de magia, a disfrutar del espectáculo... y lo he hecho.
En la historia conocemos los momentos álgidos de Sir Elton, también los bajos, el amor, las pasiones, las traiciones, los excesos.. y a mí especialmente me llama la atención la impotencia que siento al ver cómo un tipo con tanto poder (ante millones de fans, con millones de libras en el bolsillo...) es incapaz de pararle los pies a alguien que le está haciendo daño. Supongo que va en la personalidad de alguien tan especial como Sir Elton John.
Sí me quedo con que al final, las cosas importantes de la vida no son el éxito, la fama, el dinero, las posesiones.... No. Estoy seguro de que Sir Elton John lo hubiera dado todo por una familia que le quisiera, esa que todos (¡?) tenemos tan cercana, y por eso mismo no valoramos. Quizá porque no nos falta. En fin. Es la lección de la peli.
Merece la pena verla.


miércoles, 5 de junio de 2019

Espigar

Leyendo un libro de historia, a la hora de referirse a uno de los personajes analizados, el autor señala que se trata de una persona que "no pasa de un cristianismo estético y contradictorio. Sin embargo, espigando en sus discursos se puede sacar una impresión diferente (...)".
Ahí encontramos la palabra protagonista hoy: espigando. Es una acepción completamente nueva para mí. Pero según el contexto, entiendo que se refiere al hecho de analizar con detenimiento, buscar de manera concienzuda... en algún lugar (en este caso, en determinados escritos, discursos) elementos que nos permitan concluir alguna idea. 
Para salir de dudas, acudimos al DRAE. Esto es lo que encontramos: 

ESPIGAR: 1. tr. Coger las espigas que han quedado en el rastrojo.
2. tr. Tomar de uno o más escritos, rebuscando acá y allá, datos que a alguien le interesan. U. t. c. intr.
3. tr. Carp. Hacer la espiga en las maderas que han de entrar en otras.
4. tr. Sal. pedir y dar la dádiva a los novios.
5. tr. desus. Dicho de un caballo: Mover la cola, sacudiéndola de arriba abajo. Era u. t. c. intr.
6. intr. Dicho de los panes y otras semillas: Empezar a echar espigas.
7. prnl. Dicho de algunas hortalizas, como la lechuga y la alcachofa: Crecer demasiado y dejar de ser propias para la alimentación por haberse endurecido.
8. prnl. Dicho de una persona: Crecer notablemente.

Nuestra acepción es la segunda. Todo un descubrimiento para mí, tanto esta como alguna otra de las ocho que aparecen.


martes, 4 de junio de 2019

Un genio de la lámpara... genial

Me llamó la atención que llamara la atención que el estreno de Aladdín tuviera tanto éxito. Los datos sitúan a la película como el segundo mejor estreno en nuestro país en lo que va de año. Aladdín recaudó algo más de 4,7 millones de euros, sólo por detrás de Vengadores, con más de 10,3 millones de euros.
No recuerdo dónde escuché aquella sorpresa, pero aunque ya tenía pensado ir a ver la película tras haber visto el trailer hace algunas semanas... digo que este dato reforzó mi interés en acudir al cine.
Lo hice hace unos días y he terminado encantado. Así es porque se trata de una película que cumple todos los elementos que permiten que sea atractiva tanto para niños como para adultos. Y eso es Aladdín, una película para toda la familia. De hecho, en el cine había desde niñas de 5 ó 6 años hasta jubilados, y por las caras que ponían, todos disfrutaron. Lógicamente unos por unas cosas, y otros, por otras... pero el objetivo de los creadores de Aladdín está más que conseguido.
A mí me gusta mucho los clásicos, y ver remake de historias de toda la vida me resulta atractivo. Por eso me gustó Aladdín nada más saber de su existencia. Reconozco que no soy objetivo porque me gusta todo: el hecho de ser un musical; el debate entre la alcanzar la felicidad mintiendo o no salir del pozo por decir la verdad; el amor, la traición, la amistad, el poder...
Pero lo que está realmente genial es el genio de la lámpara: Will Smith. Es quien lo sostiene todo. 
No os la perdáis.