lunes, 27 de octubre de 2025

El Cautivo, un "piccoli piaceri" que nos regala Amenábar

En un momento de la película el poderoso Bajá de Argel y Cervantes discrepan en torno al amor. El primero defiende que el amor no existe, mientras que el escritor afirma que eso no es posible porque, de ser así, ¿qué sentido tendría la vida?. Hasán responde que la clave de la vida está en los picolli piaceri (los pequeños placeres): un amanecer, las estrellas, un baño, una buena historia...

El Cautivo es uno de esos picolli piaceri que Amenábar pone a nuestro alcance para que disfrutemos la vida. 

Con esto creo que dejo claro que me ha gustado. Y mucho. Por tanto, entiendo que no podemos dejar de ir a verla. Os la recomiendo.

Cervantes, preso en Argel

La acción de El Cautivo se desarrolla en el año 1575, y se sitúa en Argel. En concreto, en el tiempo que Miguel de Cervantes pasó como prisionero del Bajá tras ser capturado después de la Batalla de Lepanto, y quedar allí retenido a la espera de que alguien pagara su rescate porque es considerado un prisionero importante. 

La película recrea unos intensos y difíciles cinco años de cautiverio en los que hubo intentos de fuga, relaciones de amistad fortísimas, traiciones, supervivencia, penurias, religión, amor, fanatismo, choque de culturas... No sé si todo lo que nos recrea Amenábar le sucedió realmente a Cervantes; me consta que algunas cosas sí, mientras que ante otras no sabría qué deciros. 

El Cautivo me ha cautivado por DOS COSAS:

  • La primera, porque me encanta que una historia sirva para mantener la esperanza. En una situación tan complicada como un cautiverio de varios años en el Argel del año 1575 (en la película se define como "el infierno en la tierra") Cervantes consigue que sus compañeros de grillete no pierdan el norte gracias a la evasión que les brinda las historias que les cuenta. Viene a ser algo así como el Netflix de la época ya que la fantasía de las fábulas del escritor permite que los presos viajen a episodios de amor, de aventura, de mujeres, de huidas... consiguiendo dejar de lado su realidad aunque sólo sea por unas horas, hasta el siguiente capítulo
  • El otro elemento que destaco es la homosexualidad. Tampoco desvelo nada si señalo que la película está siendo tremendamente controvertida por el hecho de apuntar la posible condición homosexual de Cervantes. No voy a alimentar la polémica diciendo si se indica de manera velada o directa. Simplemente os diré que se trata el tema. No sé si Amenábar se basa en algún tipo de dato real que maneja, o todo es inventado. En cualquier caso, creo que el asunto se aborda de manera magistral. Perdonadme que no diga más pero es que no quiero desvelaros nada

Lo dejo aquí. Os enlazo el trailer de la película, aunque os recomiendo no verlo y pasar directamente a la sala de cine.

Ya me diréis qué os parece.

lunes, 13 de octubre de 2025

Regreso a la Ética de Savater

¿Habéis leído algún libro más de una vez? Yo no suelo hacerlo, aunque también os confieso que hay un ramillete de títulos a los que vuelvo de vez en cuando. Es lo que me pasa con Ética para Amador (Savater, Fernando. Ediciones Ariel. 18ª edición. 19993. Barcelona).

El libro llegó a mis manos en el año 1994, con motivo de mi cumpleaños, regalo de una buena amiga (por cierto, con una magnifica dedicatoria... incumplida), y casi a modo de juego por el nombre del título y del mío.
Como podéis apreciar, suelo leerlo en la época del año que más tiempo tengo: verano. Y, por tanto, en la que puedo dedicar parte de ese tiempo a repetir cosas; en este caso, leer libros ya leídos.
¿Sabéis qué os digo? Que nunca me he arrepentido de haberlo releído; siempre encuentro cosas nuevas.

De lectura obligada

En tiempos como los que corren, marcados por las prisas y el relativismo, Ética para Amador debería formar parte de un listado de títulos que fuesen de lectura obligada para todos. Sí, lectura obligada para todos. Es complicado vivir la vida, no existe un manual que poder seguir, pero con textos como este podemos encontrar una salida digna a algunas de las muchas situaciones complicadas que se nos presentan.
No quiero ponerme profundo pero....
  • ¿Qué pensáis que es la ética?
  • ¿Es lo mismo que la moral?
  • ¿Es bueno ser egoísta?
  • ¿Hacemos mal si nos damos la buena vida?
  • ¿Hay que ponerse en en lugar del otro?
  • ¿Es posible una ética aplicada a la política? ¿Y una política sin ética?
Fernando Savater afronta estas y otras muchas cuestiones de una manera sencilla, con un lenguaje muy asequible (de hecho, el libro está dedicado a su hijo adolescente Amador), usando ejemplos tremendamente clarificantes, y con el objetivo de echar una mano a su hijo en "el arte de vivir" una vida en la que está empezando.
No creáis que Savater se pone intenso, altamente filosófico, hablando como si de Dios se tratase.... ¡¡que va!! Es tremendamente humano porque, de no ser así, sería imposible evangelizar.
Acabo con una frase que me ha encantado, y que quizá nos de una idea de lo que podemos encontrar en el libro: 
"¿El sentido de la vida? Primero, procurar no fallar; luego, procurar fallar sin desfallecer"

¿Entrevistaré alguna vez a Savater?

Por cierto, y tal y como hice con David Uclés y con Carlos Del Amor, a medida que avanzaba en la lectura, iba tomando notas por si algún día puedo entrevistar a Savater (para hablar de su libro) en ese podcast sobre libros y cultura que a lo mejor pongo en marcha.
Ya veremos.

lunes, 6 de octubre de 2025

Me está costando no hacer running


Esto está siendo mucho más duro de lo que esperaba. Me está costando.... ¡¡¡TELA!!! quedarme en casa en lugar de salir a correr.

Recuerdo que recientemente, en varias conversaciones informales con amigos, compañeros... ha salido el tema de mi pasión por el running, y siempre he dicho que esto de correr es un estilo de vida. No se trata únicamente de echar un rato de vez en cuando. No. Hablo de correr por salud, lógicamente, pero yendo un poquito más allá, teniendo un puntito de exigencia que es lo que marca la diferencia entre la simple afición con el compromiso.

Me explico.

Corro porque me gusta. Corro porque es saludable. Pero también porque me marco un objetivo (de tiempo, de distancia, de ambas cosas, o de ninguna) y ello me obliga. Sí. Me gusta la obligación. Y esto supone correr unos días determinados a la semana, ir al gimnasio, controlar la alimentación, ir a competiciones... Y todo esto... ¡¡¡ME GUSTA!!! En ocasiones hay que hacer malabarismo para compaginar esto con mi vida familiar, laboral, de ocio...

Por supuesto que hay etapas de mayor intensidad, y también momentos en los que hay que levantar el pie del acelerador, relajarse, y tomárselo de manera más tranquila. Pero estos ciclos forman parte del principal: correr como estilo de vida.

Parar por lesión

Una cosa es parar o ir más relajado en el entrenamiento porque así está previsto, y algo muy diferente es quedarte en casa porque ha llegado la temida lesión. Ese es mi estado actual. Lo que pasa es que he encadenado tres lesiones consecutivas, y ya empiezo a perder los nervios porque nunca antes he estado en una situación así. Y si a ello le unes que estaba en uno de mis mejores estados de forma, la cosa se pone más negra todavía.

  • Primero fue el isquio. Lo recuerdo perfectamente. El 20 de junio (hace tres meses y medio) empecé a tener molestias en el isquio de mi pierna izquierda. Es uno de mis puntos débiles; de hecho, me he lesionado en numerosas ocasiones en el isquio. Sin embargo, en esta ocasión no era una rotura sino una molestia que me tenía mosqueado. Tras varias sesiones en el fisio, una ecografía reveló una microrotura en el semitendinoso. Tocaba correr con cuidado para evitar la rotura, y así estuve hasta finales de agosto
  • Después llegó la espada. Lo recuerdo perfectamente. El domingo 31 de agosto, tras hacer durante la mañana varias tareas de limpieza en la casa del pueblo, empecé a sentir dolor en la espalda que fue a más hasta que por la tarde me quedé pillao. No tuve más remedio que ir al médico al día siguiente. Tras descartar algún mal mayor, todo quedó en un lambreaso en la espalda -que ya me ha dado en otras ocasiones- ante el que no hay más remedio que relajante muscular, antiinflamatorio y reposo. Si no podía casi andar, os podéis imaginar que correr, ni por asomo
  • Ahora estoy con la rodilla. Lo recuerdo perfectamente. Tras esas dos semanas en el dique seco total por la espalda, empecé a trotar un poquito y como me vi bien, el pasado 13 de septiembre, sábado, hice un tirada de 13 kms. Apenas si había recorrido dos kilómetros cuando pisé con mi pié derecho sobre el asfalto, en un punto que estaba irregular, y ante el amago de esquince de tobillo hacia el exterior, rectifiqué rápidamente la pierna hacia el interior, para compensar la mala pisada, y cuando temía que llegaría un esguince de tobillo, lo que llegó fue un problema en la rodilla. En caliente pude realizar los 13 kms previstos, pero cuando la cosa se enfrió, empezó el dolor de rodilla. La ecografía desveló, al menos, una microrotura en el menisco. Estoy parado desde entonces. 

Hoy, 6 de octubre de 2025, inicio...

  • ... mi cuarta semana sin haber corrido nada a causa de la rodilla
  • ... mi sexta semana habiendo corrido únicamente un par de días a causa de la espalda
  • ... mi 16ª semana de las molestias en el isquio que no me dejaron entrenar con normalidad

Aunque no puedo correr, desde la semana pasada tengo el ok para ir al gimnasio a hacer fuerza, con unas limitaciones, pero puedo ir con la recomendación de hacer ciclismo y elíptica, es decir, práctica deportiva sin impacto.

Si os digo la verdad, tenía previsto acabar la temporada el próximo 9 de noviembre participando en la Media Maratón de Jaén (tengo dorsal), pero tras las tres lesiones consecutivas, con lo mal que lo estoy pasando, y con la creencia de que quiero recuperarme de una vez por todas y no dar opción a una nueva lesión, doy por acabada la temporada.

Vamos a recuperarnos, vamos a tener paciencia, vamos a potenciar el gym... y ya habrá tiempo de volver a correr. Esto lo digo para autoconvencerme pero es duro, muy duro, y me da la sensación de que el no poder correr me está poniendo al borde de un infarto por la desesperación.

Es en momentos como estos cuando más valoras tu pasión. Por eso hay que disfrutarla cuando la puedas practicar sin limitaciones. Vosotros que podéis, no os cortéis... sólo tened cuidado y prevenid con gimnasio. Espero acompañaros pronto.