Es funcionario del Ayuntamiento de Jaén, pero su buen hacer y su capacidad le han llevado a ocupar cargos de responsabilidad en diferentes etapas. Debe ser bueno en lo suyo porque con él contaron, para el mismo puesto, alcaldes del PSOE y alcaldes del PP. Pero en esta última legislatura la cosa cambió. No se sabe/entiende bien por qué, desde el minuto cero fueron a ajustar cuentas con él. No sólo le destituyeron de su cargo sino que, para empezar, le dieron una mesa y una silla en un despacho escondido para que leyera el periódico durante las ocho horas de su jornada laboral. Algo después le asignaron alguna función, casi, casi por compromiso.
Ahora, quienes le cortaron los huevos reconocen su error de la forma que más les duele, ofreciéndole de nuevo el cargo que le quitaron. Lo peor es que lo hacen porque lo que él dejó como una de las áreas de mayor solvencia del Ayuntamiento es ahora un auténtico desastre.
Él, demostrando infinitamente más clase que sus verdugos, les ha dicho que si quieres arroz Catalina. Y ellos se han quedado con un palmo de narices, y casi un motín en un lugar que iba como la seda.
Un ejemplo más de que para determinados cargos no debería bastar con ser español y mayor de edad... también habría que exigir algo de capacitación intelectual.
Ahora, quienes le cortaron los huevos reconocen su error de la forma que más les duele, ofreciéndole de nuevo el cargo que le quitaron. Lo peor es que lo hacen porque lo que él dejó como una de las áreas de mayor solvencia del Ayuntamiento es ahora un auténtico desastre.
Él, demostrando infinitamente más clase que sus verdugos, les ha dicho que si quieres arroz Catalina. Y ellos se han quedado con un palmo de narices, y casi un motín en un lugar que iba como la seda.
Un ejemplo más de que para determinados cargos no debería bastar con ser español y mayor de edad... también habría que exigir algo de capacitación intelectual.