El delito de PREVARICACIÓN ADMINISTRATIVA, según nuestro Código Penal, se produce cuando un funcionario o autoridad pública, a sabiendas de su injusticia, dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo. Esa resolución afecta, por lo tanto, a los derechos de los ciudadanos o al interés general.
Y el delito de MALVERSACIÓN castiga todo hecho ilícito que tenga que ver con sustracción o uso indebido de un patrimonio de caudales de propiedad ajena y de carácter público. Principalmente el autor del hecho tiene a su cargo la custodia de un patrimonio público ajeno, por razones de su cargo y funciones (puesto de trabajo, responsabilidad, etc). Cruza la ilegalidad en el momento que hace un uso indebido de ellos.
No tengo mucha idea de Derecho, pero el sentido común nunca me ha fallado. Y en este caso me dice que algo chirría.
Me explico.
El alcalde del PSOE de la ciudad de Jaén, Julio Millán, junto con sus socios de gobierno de Ciudadanos han demostrado claramente en los últimos meses (desde el pasado 6 de agosto) que quieren cerrar Ondajaén (de hecho ya lo han hecho) a toda costa, y despedir a su plantilla.
Uno de los argumentos que han esgrimido en este tiempo para llevar a cabo su plan es que no es una función propia de un ayuntamiento tener una radiotelevisión. No seré yo quien les quite la razón, porque tienen más que un Santo. No es propio ni eso ni otras muchas cosas que hacen los ayuntamientos (entre ellos el de Jaén) y sin embargo siguen haciéndolas. En fin, supongo que todo es cuestión de preferencias.
En cualquier caso, y dando por buena la argumentación, lo que pudimos ver anoche en la ciudad de Jaén va en sentido totalmente opuesto, es decir, el alcalde de Jaén dice una cosa pero luego hace la contraria.
Digo esto porque anoche Canal Sur Televisión no hizo al completo la retransmisión de la Carrera de San Antón. Fue el ayuntamiento quien contrató a una productora para que llevase a cabo todo el trabajo de grabación del evento, y Canal Sur se limitó a recoger la señal, emitirla a través de su tercer canal, y poner a los tres comentaristas que participaron en la retransmisión.
Es decir, el ayuntamiento, por un lado, cierra la radiotelevisión municipal e inicia un proceso para despedir a toda su plantilla (en la que hay técnicos, operadores de cámara, periodistas, maquilladoras, infógrafos, realizadores, etc), y por otro lado contrata a una productora (con sus técnicos, operadores de cámara, infógrafos, realizadores, etc) y paga a Canal Sur (con sus periodistas...) para que emita lo que graba la productora.
Se da la circunstancia de que los trabajadores de Ondajaén RTV estamos cobrando nuestras nóminas puntualmente pese a que no trabajamos; así es porque el concejal de Personal, Carlos Alberca, nos dijo que nos quedásemos en casa porque estábamos y estamos de "permiso retribuido" (por cierto, los trabajadores hemos denunciado ante los tribunales al ayuntamiento por esto, por pagarnos sin trabajar).
Tenemos, por tanto, un alcalde que paga (no sabemos cuánto porque no lo ha hecho público) a una productora y a un canal de televisión para que haga lo que en los últimos 15 años han venido haciendo los trabajadores municipales.
¿Pero no quedamos en que retransmitir en una televisión no es una función propia de un ayuntamiento? Entonces ¿por qué siguen haciéndolo Julio Millán y sus chicos?
¿Puede haber aquí prevaricación? ¿Y malversación? ¿Quizá otra cosa? La verdad es que no lo sé pero, cuanto menos, raro sí que parece.
La cosa puede empeorar si tenemos en cuenta que no es la primera vez que Julio Millán recurre a una productora para que haga algo para el ayuntamiento en lugar de hacerlo con los trabajadores que venían haciéndolo. Me refiero al vídeo promocional de la Carrera de San Antón que se emitió en la rueda de prensa de presentación de la prueba. Un vídeo confeccionado con las imágenes que grabaron los trabajadores de Ondajaén en san antones anteriores, pero que lo realiza una empresa privada mientras que los empleados públicos de la radiotelevisión municipal estaban en sus casas cobrando y de permiso retribuido.
Hay quien dice que en la lógica política todo cabe, y quizá éste sea un caso, pero además de sorprendernos y llevarnos las manos a la cabeza por lo que hacen nuestros dirigentes políticos, igual habría que hacer algo más... ¿no creéis?