Hoy se prevé un pleno
revuelto en el Ayuntamiento de Jaén. Normalmente casi todos lo son,
pero en este caso ya está dando que hablar la decisión del equipo
de gobierno de dar a la Universidad Popular Municipal el nombre de quien fuera alcalde de la ciudad, Ramón Calatayud.
Hay opiniones en contra, y desde el PSOE se ha
puesto el grito en el cielo -bueno, en el cielo o donde sea- por
rendir este homenaje a un franquista.
Efectivamente Ramón
Calatayud fue alcalde de Jaén entre los años 1967 y 1974, esto es,
durante la dictadura de Franco. Y por ello se está apelando incluso
a la Ley de la Memoria Histórica para evitar este homenaje a un miembro del
régimen.
Tengo que reconocer que
yo no llegué a conocer a Ramón Calatayud, pero por lo que he oído
y leído a lo largo de las años -y con más intensidad en los
últimos días- parece ser que no fue un demonio con cuernos, rabo y
un tenedor enorme en la mano para hacer el mal.
Siempre que he hablado de
Ramón Calatayud con alguien de Jaén, las palabras que le han
dedicado han sido buenas y positivas. Al parecer, fue un buen buen gestor
de la ciudad, y no sólo del ayuntamiento, sino también como
presidente del Real Jaén, de la Agrupación de Cofradías, así como
hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, o de la
Cofradía de la Virgen de la Capilla. Incluso recibió la Cruz de
Alfonso X el Sabio por su labor en favor de los centros escolares de
la ciudad.
No seré yo quien
defienda, ni ataque, a Ramón Calatayud, aunque sí tengo que
reconocer que me chirría tanto revuelo negativo que se ha generado
en su contra. Quien lo critica lo hace exclusivamente porque fue
alcalde en la época franquista, como si todo lo que en aquellos años
sucedió debiera aniquilarse. Entiendo que en una época como la
dictadura, por el simple hecho de ser un régimen negativo, no todo
lo que la conformó es obligatoriamente negativo. Lo mismo que no es
positivo todo lo que compone nuestra actual y querida democracia. ¿O
le podemos poner a la UPM el nombre del Cuco (presunto implicado en
el asesinato de Marta del Castillo), o el del asesino confeso de
Diana Quer?
Si Ramón Calatayud, pese
a poder haberlo hecho mal o muy mal porque nadie le hubiera tosido,
lo hizo bien o muy bien porque amaba a su ciudad y a sus convecinos,
¿por qué no reconocerle su buen hacer pese a ser uno de los
representantes de una etapa y un régimen negativos de nuestra
historia? La verdad es que no lo entiendo.
Por cierto, ¿sabéis que
las pagas extra que cobran (cobramos) los trabajadores en España las
inventó Franco? La de Navidad, en el año 1944; fue para conmemorar
la Natividad del Señor. La de verano, en el año 1947; se paga en el
mes de julio para conmemorar el día 18 de julio, día del Alzamiento
Nacional... de Franco contra el régimen legalmente establecido.
¿También hay que acabar
con estos vestigios franquistas? Yo... sólo pregunto. Ahora que
respondan los doctores... de la Iglesia... o de lo que sean.