martes, 27 de febrero de 2018

Ramón Calatayud, el franquismo... y las pagas extra

Hoy se prevé un pleno revuelto en el Ayuntamiento de Jaén. Normalmente casi todos lo son, pero en este caso ya está dando que hablar la decisión del equipo de gobierno de dar a la Universidad Popular Municipal el nombre de quien fuera alcalde de la ciudad, Ramón Calatayud.
Hay opiniones en contra, y desde el PSOE se ha puesto el grito en el cielo -bueno, en el cielo o donde sea- por rendir este homenaje a un franquista.
Efectivamente Ramón Calatayud fue alcalde de Jaén entre los años 1967 y 1974, esto es, durante la dictadura de Franco. Y por ello se está apelando incluso a la Ley de la Memoria Histórica para evitar este homenaje a un miembro del régimen.
Tengo que reconocer que yo no llegué a conocer a Ramón Calatayud, pero por lo que he oído y leído a lo largo de las años -y con más intensidad en los últimos días- parece ser que no fue un demonio con cuernos, rabo y un tenedor enorme en la mano para hacer el mal.
Siempre que he hablado de Ramón Calatayud con alguien de Jaén, las palabras que le han dedicado han sido buenas y positivas. Al parecer, fue un buen buen gestor de la ciudad, y no sólo del ayuntamiento, sino también como presidente del Real Jaén, de la Agrupación de Cofradías, así como hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, o de la Cofradía de la Virgen de la Capilla. Incluso recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio por su labor en favor de los centros escolares de la ciudad.
No seré yo quien defienda, ni ataque, a Ramón Calatayud, aunque sí tengo que reconocer que me chirría tanto revuelo negativo que se ha generado en su contra. Quien lo critica lo hace exclusivamente porque fue alcalde en la época franquista, como si todo lo que en aquellos años sucedió debiera aniquilarse. Entiendo que en una época como la dictadura, por el simple hecho de ser un régimen negativo, no todo lo que la conformó es obligatoriamente negativo. Lo mismo que no es positivo todo lo que compone nuestra actual y querida democracia. ¿O le podemos poner a la UPM el nombre del Cuco (presunto implicado en el asesinato de Marta del Castillo), o el del asesino confeso de Diana Quer?
Si Ramón Calatayud, pese a poder haberlo hecho mal o muy mal porque nadie le hubiera tosido, lo hizo bien o muy bien porque amaba a su ciudad y a sus convecinos, ¿por qué no reconocerle su buen hacer pese a ser uno de los representantes de una etapa y un régimen negativos de nuestra historia? La verdad es que no lo entiendo.
Por cierto, ¿sabéis que las pagas extra que cobran (cobramos) los trabajadores en España las inventó Franco? La de Navidad, en el año 1944; fue para conmemorar la Natividad del Señor. La de verano, en el año 1947; se paga en el mes de julio para conmemorar el día 18 de julio, día del Alzamiento Nacional... de Franco contra el régimen legalmente establecido.
¿También hay que acabar con estos vestigios franquistas? Yo... sólo pregunto. Ahora que respondan los doctores... de la Iglesia... o de lo que sean.

viernes, 23 de febrero de 2018

Lontananza

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
Aparece en un artículo que VivaJaén publica hoy. Es la columna periódica de opinión de Antonio Guerrero cuya denominación genérica es Helter Skelter, y que hoy tiene como título Caballo de Troya
Las primeras líneas son las siguientes: "Cuando se vislumbran por lontananza las primeras llamas en los pebeteros de los distintos campamentos que se están asentando en el extramuros de nuestra regia Auringis...".
Ahí está: LONTANANZA. ¿Qué es lontananza? Entiendo que, por el contexto, querrá decir por el horizonte, o algo así.
El diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, recoge la siguiente definición:

LONTANANZA: 1. f. Pint. Términos de un cuadro más distantes del plano principal.
en lontananza
1. loc. adv. a lo lejos. U. solo hablando de cosas que, por estar muy lejanas, apenas se pueden distinguir.

Esta vez acertamos.
Dudaría del uso de este término en un artículo de información, aunque el que Antonio Guerrero lo haya utilizado en este Caballo de Troya no sólo es entendible sino incluso necesario y, si me permitís, exigible. Todo el texto discurre por caminos de la Edad Antigua, como si viviésemos en la época de intensas guerras que mantuvo Grecia contra todo el que osaba moverse contra su imperio. Guerrero realiza un extraordinario juego de viaje al pasado que, si leemos entre líneas, resulta que no es tal.
Es algo así como un juego de magia: mientras el mago nos engatusa con la palabra y con lo que hace con una de sus manos, la otra se mueve muy hábilmente para distorsionar la presunta realidad, y dejarnos boquiabiertos con la sorpresa final.
Este Caballo de Troya es una originalísima descripción de la realidad política jienense (capitalina) de hoy, 23 de febrero de 2018. La fecha también se las trae.
No os lo perdáis. 

viernes, 16 de febrero de 2018

Tres exitosos anuncios en las afueras

Tres anuncios en las afueras es la historia de una madre coraje. Su guerra no es infiltrarse en ambientes marginales o violentos para descubrir quién violó y mató a su hija, sino remover la conciencia de las autoridades policiales que no hacen nada por resolver el crimen.
Aunque pueda parecer que el camino emprendido por Mildred (Frances McDormand) es más fácil, sencillo y menos peligroso que el de una madre coraje de verdad, lo cierto es que la película demuestra lo complicado que resulta enfrentarse al poder establecido, a la mentalidad conservadora, racista y machista de una ciudad conservadora, racista y machista del Estados Unidos profundo.
Esta madre con sed de venganza no hace nada más que contratar tres vallas publicitarias, situadas frente a su casa y en el mismo lugar donde violaron y mataron a su hija, para que hagan la función que se presupone a la publicidad: mandar un mensaje a los clientes y potenciales clientes, y conseguir en ellos un efecto concreto. Y lo cierto es que lo consigue porque, pese a que las vallas están en un lugar apartado del trasiego de vehículos, su repercusión es insuperable. Tanto que Mildred recibe presiones de todo tipo para que desista de su empeño.
Tiene que ser difícil soportar el dolor de la pérdida violenta de una hija, y además ser cuestionada continuamente y por todos (incluso por el único hijo que te queda) por querer resolver el crimen.
Mildred es una pura obsesión; no existe nada más allá de su objetivo. Su debate interno es terrible, y aunque todo está en contra, la esperanza viene a salvarla de vez en cuando a través de gentes tan desesperadas - o no- como ella.
El sentimiento, la tensión, el dolor, el debate... son continuos a lo largo de la historia, algo que afortunada y magistralmente rompe el director (Martin McDonagh) con puntos de humor e incluso amor difíciles de encajar para el espectador, pero que resultan aliviadores.
Si el desarrollo es muy bueno, el final es buenísimo. Y lo es porque cada cual puede elegir el desenlace que quiera para su amada/odiada madre coraje.
No os la perdáis.

jueves, 15 de febrero de 2018

¿Escusa o excusa?... y algo más

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
La duda me ha entrado al tener que utilizar la palabra escusa en el sentido de argumento, real o inventado, para hacer o dejar de hacer algo. No sabía si era escusa o excusa. Por ello, me dirigí al diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, y encontré lo siguiente:

EXCUSA 1
  1. f. Acción de excusar.
  2. f. Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión.
  3. f. Der. Excepción (// motivo jurídico que hace ineficaz la acción del demandante).

EXCUSAR
  1. tr. Exponer y alegar causas o razones para sacar libre a alguien de la culpa que se le imputa. U. t. c. prnl.
  2. tr. Evitar, impedir que algo perjudicial se ejecute o suceda. Excusar pleitos, discordias, lances.
  3. tr. No querer hacer algo. U. t. c. prnl.
  4. tr. Poder evitar, poder dejar de hacer algo. Excusas venir, que ya no haces falta.
  5. tr. desus. Eximir a alguien del pago de un tributo o de un servicio personal.

EXCUSA 2
V. escusa.

ESCUSA
1. f. escusabaraja.
2. f. Provecho y ventaja que por especial condición y pacto disfrutan algunas personas según los estilos de los lugares.
3. f. Derecho que el dueño de una finca o de una ganadería concede a sus guardas, pastores, etc., para que puedan apacentar, sin pagar renta, un corto número de cabezas de ganado de su propiedad, y esto como parte de la retribución convenida.
4. f. Conjunto de las cabezas de ganado a que se aplica la escusa.
5. f. Entre ganaderos, res o cabeza de ganado horra.
6. f. Acción y efecto de esconder ( ocultar).
a escusa, o a escusas
1. locs. advs. Con disimulo o cautela.

EXCUSO, SA
  1. adj. p. us. Escusado.
  2. m. Acción y efecto de excusar.

Pues nada, duda solucionada. Las dos son correctas, aunque cada una para usar con un significado diferente.
Quedo sorprendido ante la riqueza significativa (no sé si está bien dicho) de “una” palabra que parecía tan simple.
Lo que ocurre es que, derivado de estas definiciones, me surgen tres dudas más. Ahí van:

A.- En la primera acepción de ESCUSA aparece el término escusabaraja. ¿Qué será escusabaraja?. Ni idea. Vamos a ver.

ESCUSABARAJA: Tb. excusabaraja: 1. f. Cesta de mimbre, con tapa.

B.- En la quinta acepción de ESCUSA aparece res o cabeza de ganado horra. ¿Qué será horra? Ni idea. Vamos a ver.

HORRAR: 1. tr. Desus. Ahorrar. U. en Cuba, Hond., Méx. y Ven.
2. prnl Col., C. Rica y Hond. Dicho de una yegua, de una vaca, etc.: Malográrseles las crías. U. t. c. intr.

HORRO, RRA:
  1. adj. Dicho de una persona: Que, habiendo sido esclava, alcanza la libertad.
  2. adj. Libre, exento, desembarazado.
  3. adj. Dicho de una yegua, de una burra, de una oveja, etc: Que no quedan preñadas.
  4. adj. Entre ganaderos, dicho de una cabeza de ganado: Concedida a los mayorales y pastores, pero mantenida a costa de los dueños.
  5. adj. Dicho del tabaco o de los cigarrillos: De baja calidad y que arden mal.

Ir horro
  1. loc. Verb. U. en el juego cuando tres o cuatro están jugando y dos hacen el partido de no tirar en los envites la parte que le otro tenga puesta, si perdiere, lo cual se pacta antes de ver las cartas.

Ir, sacar, o salir, horro,rra
  1. locs. Verbs. Desus. Sacar libre a alguien y sin pagar su parte o la de otros en un negocio.

C.- Y acabo. En la primera acepción de EXCUSO, SA aparece escusado. Sé que es el término con el que se denomina al cuarto de baño en algunos ámbitos. ¿Tendrá alguna acepción más? Vamos a verlo.

ESCUSADO. Tb. excusado
  1. adj. Reservado, preservado o separado del uso común.
    2. m. retrete.

A escusadas
1.- loc. adv. Desus. a escondidas.
escalera escusada
puerta escusada


¡¡Esto hoy se nos ha ido de las manos!!

miércoles, 14 de febrero de 2018

Epatar

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
Aparece en un artículo que VivaJaén publicó ayer. Es una entrevista que Aurora Guzmán realiza a José Luis García, responsable de la conocidísima Librería Metrópolis de la ciudad de Jaén. El subtítulo de la entrevista recoge lo siguiente: JOSÉ LUIS GARCÍA_Desde la calle Cerón epata a su ciudad, reconociendo que "todo el mundo es creador" y que "hay que ser valiente, salir del cascarón y favorecer a que Jaén prospere".
Ahí está: EPATA. ¿Qué es epata? Ni idea. Pensé que era una errata. Pero no; existe.
El diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, recoge la siguiente definición:

EPATAR: 1. tr. Producir asombro o admiración.

Otra duda solucionada. Se lo ha currado Aurora. Reconozco estar sorprendido porque acaba de nacer un verbo para mí. Aunque yo, en la entrevista, no lo hubiera utilizado; habría optado por decir que "José Luis García, desde la calle Cerón, asombra a su ciudad...".

martes, 13 de febrero de 2018

in memoriam

"Me han tangado". Ese fue uno de los últimos pensamientos de un chaval de mediana edad que no hace muchos meses fallecía a causa de la peste que tanto daño está haciendo desde el pasado siglo XX. 
Moría joven, dejando viuda e hijas de corta edad. Tras pocos meses, demasiado pocos -o quizá fueron una eternidad- luchando contra su enfermedad, y aún sin perder la esperanza de ganar la batalla, quizá se dio cuenta de que la cosa no iba bien, y fue cuando pensó que "me han tangado". No se refería a los médicos por haberle aplicado -tal vez o tal vez no- el tratamiento inadecuado, o no el mejor posible. No se refería al sistema sanitario por no poder hacer algo más por él. No se refería a los investigadores que no logran una cura. Hablaba de la vida. La vida le había tangado. No era justo que alguien así muriera tan joven, tan rápido, tan lleno de vida, con tantos proyectos por hacer, siendo tan necesario para su familia... Era una estafa en toda regla, la peor que nadie puede sufrir.
No era justo. No es justo. Nunca será justo.
Hoy, hace apenas unas horas, han tangado a Ana Rosa.
Se la ha llevado una de esas que llaman enfermedades raras. De las que afectan a muy pocas personas, y por ello no resulta rentable investigarlas. Aunque no sé bien cuánto cuesta la vida de un ser humano.
Se la ha llevado pero le ha costado porque Ana Rosa se ha resistido hasta el último momento como esa grandísima luchadora que era; ha disfrutado hasta el último segundo las cosas buenas de la vida que son las más insignificantes pero realmente las más importantes.
Hablé con ella por última vez hace... ¡8 días! Me enreó en su enésimo proyecto. Se llamaría Esencia. ¡Qué bonito! A mí ya me tenía -como, supongo, a tanta otra gente- porque era imposible darle un no por respuesta.
8 días antes de morir... y seguía inventando
¡¡Joder!! ¡¡Nos han tangado a todos!!
Por cierto. Que San Pedro se agarre los machos porque le va a poner el cortijo patas arriba. Aunque, cuando pasan cosas como esta me pregunto si realmente hay alguien o algo ahí arriba.

domingo, 11 de febrero de 2018

El libro del antirunner

Un amigo, tomando café el otro día, me mostraba su preocupación por la gran cantidad de personas que, pese a no haber hecho deporte en su vida, se sumaban a la moda del running, y no dudaban en afrontar pruebas de largos recorridos, y de gran dureza.
Mi amigo reconocía que él ha hecho deporte (no atletismo) siempre, casi profesional, y por ello ha sometido a su cuerpo a grandes exigencias. Conoce en primera persona qué puede suponer eso, y por ello se echa las manos a la cabeza cuando tantos y tan poco preparados osan fijarse retos de ese tipo.
Esto es precisamente lo que encontramos en The Runner Man (Fabián Roncero. Editorial Pigmalión. Madrid. 2017): un llamamiento a todos aquellos que quieren correr, a que lo hagan de manera adecuada.
Roncero es una voz más que autorizada en este ámbito; sus números están ahí, y no os voy a cansar repitiéndolos, pero no me resisto a recordar que fue el primer hombre blanco en bajar de una hora en media maratón.
Tuvimos la suerte de disfrutar de su presencia en Jaén hace unas semanas. Fue el pasado 12 de enero, el día de antes de la San Antón. Vino a correr, y también a presentar su libro. Yo tuve el privilegio y el honor de conducir la presentación, y allí quedó claro el posicionamiento de Roncero: no todo el que corre es corredor. Lo mismo que, como alguien dijo en el acto, "yo no me puedo llamar cocinero porque cocine una tortilla de patatas".
Su mensaje levanta cierta polémica porque son muchos quienes lo critican al entender que con ello está quitando el valor a tantos corredores que, en la medida de sus posibilidades, afrontan las carreras con gran sacrificio y esfuerzo. Pero Roncero insiste sin ningún tipo de complejos: no puede tener el mismo valor una persona que hace dos horas en un maratón, que aquella otra que emplea 18 horas en recorrer esa misma distancia. A partir de ahí, "que cada cual le de a las cosas el valor que cree que tienen", dijo Fabián.
The runner man recoge este mensaje de Roncero, y cuenta la historia ficticia de un hombre que en apenas un año pasa de no haber hecho deporte en su vida a correr un maratón; y al año siguiente ya está haciendo pruebas de montaña y de ultradistancia.
En el camino Roncero nos describe con mucho humor e ironía las peripecias de este chico cuyas únicas fuentes de información y formación son las redes sociales, anteponiendo lo que ahí encuentra (de procedencias más que dudosas) a lo que le aconsejan profesionales especializados en el correr, en la medicina, en el equipamiento... 
El protagonista del libro es una especie de antirunner porque hace todo lo que no hay que hacer. Y Fabián nos lo cuenta en algo así como un libro al revés, es decir, no nos dice lo que debemos hacer para empezar a correr o para afrontar retos exigentes, sino que nos escenifica lo que no hay que hacer.
Al final es complicado no estar de acuerdo con Roncero ya que su mensaje se resume en esta frase: "cuando uno no está preparado para hacer algo, lo primero que debe hacer es prepararse". Y el atletismo no es una excepción.
Quiero acabar con algo que Fabián dijo en Jaén durante la presentación del libro. Fue algo así como que, "con tanto correr, no es cierto que pretendamos hacer deporte saludable; esa es la excusa. En el fondo lo que queremos es alimentar nuestro ego. Lo tenemos tan subido, y queremos subirlo aún más, que casi nunca atendemos a razones". Para reflexionar. 

miércoles, 7 de febrero de 2018

Entrópico

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
Aparece en un artículo de opinión que el ex ministro de Trabajo y Seguridad Social, Manuel Pimentel, escribe hoy en el periódico Viva Jaén (supongo que aparecerá en todas las ediciones del grupo editorial). La sección tiene como nombre La Taberna de los Sabios, y el artículo se titula Los papeles del Pentágono y las 'fake news'
En esta opinión de Pimentel encontramos el siguiente párrafo: "La irrupción de internet, la posibilidad de acceder de información al gusto a través del entrópico universo digital, la severa crisis económica de los medios escritos y las nuevas tendencias sociológicas y culturales, permitieron que surgieran conceptos como la sociedad líquida y la postverdad -o sea la mentira-..."
Ahí está: ENTRÓPICO. ¿Qué es entrópico? Ni idea.
El diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, recoge la siguiente definición.

ENTRÓPICO: 1. adj. Fís. Perteneciente o relativo a la entropía.
ENTROPÍA: 1. f. Fís. Magnitud termodinámica que mide la parte de la energía no utilizable para realizar trabajo y que se expresa como el cociente entre el calor cedido por un cuerpo y su temperatura absoluta.
2. f. Fís. Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus  moléculas libres y en pleno desorden.

Creo que la duda está solucionada. Me quedo con la segunda acepción, y entiendo que hablamos de desorden. En el texto de Pimentel se podría hablar de "desordenado universo digital".
Y me pregunto: en este caso ¿aporta más entrópico que desordenado?


domingo, 4 de febrero de 2018

Preterir

Siempre he sido, o al menos lo he intentado, riguroso con el lenguaje. De un tiempo a esta parte seguramente por mi condición de periodista, y en mis épocas de niñez y adolescencia y juventud porque me encantaba leer, escribir... crear... 
Mi exigencia fue alta a la hora de evitar faltas de ortografía, pero también en el uso de las palabras. Intento no complicarme la vida para que mis textos sean entendidos, y mi referente suele ser mi madre. Sé que no me lee, pero como si lo hiciera; cuando escribo me propongo que el resultado pueda ser entendido por una mujer a punto de cumplir 73 años, educada en la realidad de la época, y con el agravante de nacer-crecer-vivir en la España más profunda de la España profunda.
Viene todo esto a que tengo la costumbre de buscar en el diccionario aquellas palabras que no entiendo en los textos que leo, ya sean libros, periódicos, redes sociales, revistas... incluso algunos términos muy habituales de nuestro día a día, dudo ante su significado al ser utilizados en contextos que me chirrían.
No sólo busco esas palabras, sino que las guardo en un listado junto con su definición; habitualmente las repaso para saber que existen, para incrementar mi vocabulario...  Desde hoy, os las voy a ir ofreciendo por aquí.  
Y empiezo con una que he encontrado esta mañana en el ABC. Ignacio Camacho publica su columna diaria Una raya en el agua (página 15), hoy bajo el título La Firma. Su primer párrafo dice lo siguiente: "En materia penal, la izquierda española sostiene una inclinación permisiva que bajo la defensa del principio de reinserción tiene en ocasiones a preterir los derechos de las víctimas".
Ahí está: PRETERIR. ¿Qué es preterir? Ni idea. 
El diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, recoge la siguiente definición.

PRETERIR: 1. tr. Hacer caso omiso de alguien o algo.
2.- tr. Der. Omitir en la institución de herederos a los que son forzosos, sin desheredarlos expresamente en el testamento.

Solucionado. En este caso nos quedamos con la primera definición. Ya tiene sentido la frase.
Y ahora me pregunto. ¿De verdad, Ignacio, era necesario utilizar preterir en lugar de ningunear, ignorar, omitir, olvidar...?


sábado, 3 de febrero de 2018

Costó pero El Autor llegó a Jaén. Menos mal

No acabo de entender muchas de las cosas que pasan en mi entorno, y ante el no saber qué hacer, me limito a llamar la atención sobre ellas. 
Una de mis últimas sorpresas fue que en los cines de la ciudad de Jaén no se proyectara El Autor. Tenía ganas de verla desde que conocí su existencia, pero alguien decidió que no lo haría simplemente porque no llegaría a nuestras salas, por lo que mi única opción pasaba por emigrar. 
En esas estaba, planificando una salida cinematográfica, cuando me enteré de que los Encuentros con el cine español (organizados por la Diputación) no sólo traían la peli a Jaén sino también a su director y a los protagonistas.
Me costó, pero finalmente logré entradas. Además, pocos vieron la película mejor que yo porque mi butaca estaba en la fila 2. ¡Ahí es nada! Fue la mejor que pude conseguir porque la demanda era tal, que se tuvieron que habilitar dos salas. ¡¡Dos salas a tope, en Jaén, para ver una película española!! Incluso algunos tuvieron que quedarse fuera.
¿Qué habrá pensado, al conocer estos datos, la persona que decidió que Jaén no era buen lugar para la proyección de la cinta?
Cierto que estaban su director y los protagonistas. Cierto que la entrada costaba 1,50€. Pero eso no quita que, entiendo, hubiera sido rentable su proyección durante una semana normal de estrenos. 
En fin.
Javier Gutiérrez, mi queridísimo Sátur, lleva el peso de una historia compleja y complicada. Encarna a un aspirante a escritor que, ante la falta de inspiración, opta por el trabajo, por ir a clases, a masterclass, estudiar, leer y releer, escribir... pero no acaba de dar con la tecla. La cosa se le complica cuando su mujer, que según él no tiene ni idea, publica un best-seller.
Álvaro, que así se llama el protagonista, nos cuenta la historia de una obsesión. ¿Hasta dónde podemos llegar para conseguir lo que queremos? ¿Hay algún límite que no traspasaríamos?
Las obsesiones siempre son peligrosas, y así lo vemos reflejado en El Autor; pero también hay amor, traición, humor, sinceridad, algún cara dura que otro...
Álvaro encuentra al fin una fórmula para escribir el libro de los libros, y se pone manos a la obra como fruto de una obsesión que no logra controlar, y que condiciona su mundo. El suyo y también el de los demás.
Por cierto... ¡¡Ojo con el director!! Porque mientras estamos inmersos en la historia, casi hipnotizados, Manuel Martín Cuenca aprovecha que tenemos la guardia baja para jugar con nosotros. 
Una historia de historias, con el escritor sin inspiración como excusa, que no nos debemos perder. 
P.D.: Está nominada en nueve categorías a los Premios Goya que se entregan hoy. Igual cuando los gane (además de los premios que ya ha conseguido tanto dentro como fuera de España), el lumbreras decide que ya sí es una peli adecuada para proyectarla en Jaén.