Hoy he participado en la Media Maratón Paco Manzaneda, y el primer pensamiento/sentimiento aparecido es que me he sentido orgulloso de ser de Jaén. Orgulloso porque he participado en un peazo de carrera en mi propia ciudad, espléndidamente organizada, con un cuidado exquisito al corredor, con una bolsa de regalos que -creo- se trata de la mejor que se da en España... y con un bocata de chorizo, acompañado de su correspondiente cerveza, que te da la vida.
Lógicamente hay cosas que mejorar o reconducir para que la prueba siga creciendo en todos los sentidos, pero lo que ha demostrado hoy el Patronato de Deportes, y demás entidades colaboradoras, es que en Jaén sabemos no sólo estar a la altura de las circunstancias, sino además ser los mejores a la hora de hacer algo como esto.
Orgulloso no sólo porque yo, como corredor, me he sentido espléndidamente atendido, sino porque todo con el que he hablado, provenientes de un sin fin de lugares, no hacían más que piropear la carrera y los organizadores... y como consecuencia... la ciudad de Jaén.
Creo sinceramente que con este tipo de cosas es como podemos pasar de ser un pueblo grande a una ciudad plena. Enhorabuena a quien está haciendo posible esto, y especialmente a la concejal de Deportes. Tendrá sus cosas malas o no demasiado buenas, que las tiene, pero también es justo reconocerle al César lo que es del César... de ahí que debamos felicitar a Ascensión Beltrán como la principal culpable del resurgimiento de la Media Maratón. El que venga tiene ya marcada la altura del listón. Lo único que le pido es que no lo baje.
Lógicamente hay cosas que mejorar o reconducir para que la prueba siga creciendo en todos los sentidos, pero lo que ha demostrado hoy el Patronato de Deportes, y demás entidades colaboradoras, es que en Jaén sabemos no sólo estar a la altura de las circunstancias, sino además ser los mejores a la hora de hacer algo como esto.
Orgulloso no sólo porque yo, como corredor, me he sentido espléndidamente atendido, sino porque todo con el que he hablado, provenientes de un sin fin de lugares, no hacían más que piropear la carrera y los organizadores... y como consecuencia... la ciudad de Jaén.
Creo sinceramente que con este tipo de cosas es como podemos pasar de ser un pueblo grande a una ciudad plena. Enhorabuena a quien está haciendo posible esto, y especialmente a la concejal de Deportes. Tendrá sus cosas malas o no demasiado buenas, que las tiene, pero también es justo reconocerle al César lo que es del César... de ahí que debamos felicitar a Ascensión Beltrán como la principal culpable del resurgimiento de la Media Maratón. El que venga tiene ya marcada la altura del listón. Lo único que le pido es que no lo baje.