domingo, 26 de septiembre de 2010

No merece la pena

Ya vi Avatar la primera vez que se pudo disfrutar de ella en los cines, pero me quedó la cosilla de verla en 3D. Por aquel entonces no había salas de este tipo en Jaén capital, y tras salir de la sesión normal pensé que ésta era una de esas cintas que sí justifican la existencia de las tres dimensiones. Por eso, y porque aquella primera vez entré en la sala con la película empezada y me perdí un poquito del principio -no os podéis imaginar la rabia que me da que me pase eso-, he decidido verla de nuevo.
Lo he hecho este fin de semana, no sólo atraído por esas cosas que os indico, sino también porque anuncian en la promo la existencia de imágenes inéditas. Y he ido a pesar del robo que entiendo que es pagar 8,4 euros por una entrada.
Fui ayer sábado totalmente predispuesto a salir encantado, y sin embargo salí decepcionado. La película volvió a gustarme, como la primera vez, pero no le he sacado al 3D el valor añadido que se le presupone. En numerosísimas ocasiones me levantaba las gafas, y podías ver perfectamente, por lo que me da la impresión de que esta segunda entrega ha sido una especie de timo para hacer más caja aún, y eso que ya hicieron mucha en su día, siendo la más taquillera de la Historia tras Titánic. Además, las gafas resultan incomodísimas, y molestan en exceso tras la media hora aproximadamente de proyección.
Creo sinceramente que no merece la pena. Sin embargo, la sala estaba casi llena.

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